Un estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics, en Estados Unidos, asegura que los adultos responsables pueden detectar errores que pasan inadvertidos por los profesionales de la salud.
Reuters. Cerca de uno de cada diez padres que acompañan a sus hijos a una atención por temas de salud detectó errores que los profesionales no vieron, reveló un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en la revista JAMA Pediatrics. La publicación asegura que los miembros de la familia pueden ser una fuente de mejoras de las políticas de seguridad hospitalaria y ayudar a prevenir errores.
"Los padres pueden notar cosas diferentes que las que ven los proveedores del servicio de salud, y por lo tanto entregan información complementaria que puede ayudar a hacer el sevicio más seguro", dijo la autora principal del estudio, Dra. Alisa Khan, una investigadora pediátrica de la Escuela Médica de Harvard y el Hospital de Niños de Boston.
Para responder con cuánta frecuencia los padres detectan los errores que pasan inadvertidos por los equipos médicos, Khan y sus colegas revisaron datos de 383 niños hospitalizados en 2013 y 2014. Lo padres completaron encuestas escritas detallando todos los incidentes de seguridad que sus hijos atravesaron durante su estadía.
En general, 34 padres (un 8,9%) reportaron un total de 37 incidentes de seguridad, según la publicación. Al revisar estos incidentes, los doctores encontraron que el 62%, es decir 23 caasos, eran errores médios. Otro 24%, o nueve situaciones, correspondía a otros temas de calidad. El 14% restante, es decir cinco casos, no correspondía a errores ni problemas de calidad.
En el caso de los errores médicos, los investigadores determinaron que el 30% de los incidentes eran situaciones que causaban daño y que eran prevenibles. Adicionalmente, teorizaron que los niños que estaban involucrados en estas situaciones tenían estadías más largas y mayores probabilidades de sufrir condiciones metabólicas o neuromusculares.
Los errores médicos incluían la identificación de elementos olvidados tras un procedimiento, la detección de retención urinaria y la búsqueda de su tratamiento, entre otras.
"Como cualuqiera que haya estado hospitalizado sabe, los hospitales son lugares muy complejos, con muchas piezas en movimiento y los errores van a ocurrir a pesar de todos nuestros mejores esfuerzos. Creo que todos, incluyendo a los padres, podemos trabajar juntos para que los niños estén más seguros", concluyó Khan.