Lotte Zoontjens, gerente de Admisiones de Incae, recomienda cuatro claves para planificar la carrera.
Nadie quiere cumplir 40 años y darse cuenta que no está haciendo lo que en realidad desea. Es común que no exista una efectiva planificación de carrera o que, incluso, nunca se haya trazado.
Lotte Zoontjens, gerente de Admisiones de Incae y quien se encarga de realizar charlas sobre el tema, conoce de cerca este asunto y sabe cómo definir metas efectivas y un trabajo soñado, junto con establecer los pasos que vienen. A continuación, define algunas claves para iniciar esta planificación.
1. Definir una meta clara, concreta y precisa
Muchas personas no saben realmente lo que quieren o si tienen alguna noción, no se han preguntado en detalle qué esperan lograr ni cómo se supone que lo obtendrán. En estos casos, Lotte sugiere, como primera medida, definir una meta y un plazo para alcanzarlo no superior a cinco años. Esto, porque es un tiempo medible en el cual pueden pasar menos cosas que si se planifica a 10 o 15 años.
Para definir la meta, Lotte conseja “responder preguntas como: ¿Cuáles son mis intereses? ¿Qué tipo de cargo quiero tener? ¿Dónde me veo trabajando? ¿En qué lugar geográfico me gustaría trabajar? ¿Qué tipo de gente espero conocer? ¿Cuáles son mis valores? ¿Qué condiciones laborales son importantes para mí?”. Cuando no existe claridad en estos u otro puntos, las personas se complican y terminan dirigiendo su vida hacia otro lado, lo cual aplica no sólo a aspectos laborales sino también personales.
Uno de los ejemplos que pone en la mesa la experta es que “muchos quieren estudiar un MBA para empezar un negocio propio, pero no saben aspectos básicos como ubicación, tamaño, o función. Cuando se dan cuenta que desconocen estos puntos, toman consciencia que su meta no fue clara y entienden que deben pensar mejor sobre su futuro".
Lo otro que también aconseja la especialista es que cuando “se define la meta muchas veces las personas toman en consideración su pasado o presente como punto de referencia, donde finalmente se crea más de lo que ya se tiene. Siempre digo, cuando trazas tu meta, desconéctate, no uses la realidad, porque únicamente creas más”.
2. Establecer una estrategia, táctica y proceso
Tras haber definido la meta, es necesario asumir que se deberán planificar ciertas acciones para conseguirla. Lotte dice que para esto hay que saber “qué tengo que hacer para alcanzar la meta, cómo tengo que hacerlo y qué camino tengo que seguir”.
Lo que sucede bastante, explica la especialista, es que las personas crean que deben descubrir estos pasos, cuando para cada meta existe una estrategia, una táctica y un proceso. Lo recomendable es duplicar o copiar la estrategia de otras personas que han logrado alcanzar lo que uno se propone.
Lotte dice: “Cuando se busca tener un negocio propio, la estrategia sería capacitarse, mientras la táctica consistiría en estudiar un posgrado para respaldar académicamente esto y el proceso sería elegir un MBA en cualquier escuela que esté en línea con nuestros objetivos”.
Uno de los conflictos que también deben enfrentar las personas es decidirse por una meta solamente, pues ocurre frecuentemente que tienen en mente más de una meta. Sobre esto Lotte aconseja elegir aquella que genere más pasión en la persona. Además, “puede que una de esas metas ayude a lograr la otra”. Otro de los consejos cuando se tienen varias metas es fijar una línea de tiempo, de manera de tomar consciencia de los años que se tienen y de qué tipo de cosas se pueden realizar. Lotte dice que sin duda hay metas que no se podrán cumplir.
“Algunos dicen que no saben lo que quieren y que dudan de estudiar un MBA, porque se encuentran muy jóvenes, sin embargo, ésta es una inversión de tiempo y dinero. Por ejemplo, si alguien entre los 27 y 29 años estudia un programa de estas características, debe calcular cuándo se tendrá este retorno, que sería entre los 30 y 35 años, que es un periodo en la vida donde se suelen realizar grandes inversiones, son costos que están incluidos cuando se planifica la vida. Entonces, luego de los 35 años ya está pagado el MBA y con la experiencia que se tiene, la persona se puede dedicar al negocio propio”, dice la especialista.
En el caso de querer realizar dos metas, Lotte dice que siempre se puede, pero hay que evaluar la inversión que cada una necesita, y por lo mismo es probable que se tenga que desembolsar más dinero para una meta. Entonces, es necesario fijarse prioridades. También es recomendable escribir las metas, lo que ayuda a tener todo más claro.
3. Cambiar hábitos
Para ejecutar la estrategia, táctica y el proceso, se necesita cambiar algunos hábitos. Pero para cambiar algo se debe creer, y existen creencias explícitas e inplícitas.“Una explícita se refiere a lo que estamos verbalizando, como por ejemplo: 'Puedo correr o levantarme todos los días' Mientras las implícitas se refieren a lo que está pasando o sintiendo la persona. Si no creen totalmente o tienen una mínima duda, no es posible lograr la meta”, dice Lotte. Una vez que la persona está convencida, podrá enfocarse en la visión.
4. El Gran “¿Por qué?”
Existe una razón para lograr una meta, y esa razón debe ser clara, de lo contrario, es difícil que la persona esté convencida que la alcanzará. “El cerebro olvida constantemente, porque tenemos problemas, relaciones y tareas, entonces perdemos el enfoque de ese “¿Por qué?, lo cual provoca que todo decaiga”, explica Lotte. Por lo mismo, se debe asegurar que ese “¿Por qué?” esté siempre presente en la vida.
Sobre los “¿Por qué?” que da la gente que la ha tocado asesorar a Lotte, ella dice que lo más popular es ser exitoso, ya sea para ser un ejemplo en la sociedad e impactar así positivamente o para devolver el esfuerzo económico a la familia. “En Guatemala quieren ser exitosos, pero su ¿“Por qué”? es cambiar el país para que sus hijos tengan un mejor futuro, sin problemas de seguridad, temas políticos o de corrupción”, dice.