Compañías de envíos como Amazon, DHL y UPS están realizando pruebas para utilizar esta nueva tecnología que ayudaría a la entrega de fármacos.
Pablo G. Bejerano, Think Big. El reparto de paquetes es una de las futuras aplicaciones de los drones más populares. En los últimos años hemos visto noticias que hablan del programa que Amazon ha puesto en marcha para utilizar estos dispositivos en sus entregas. No ha sido la única compañía que ha coqueteado con las entregas comerciales efectuadas con drones. Incluso los gigantes de la paquetería DHL y UPS están haciendo sus propias pruebas. Pero los primeros productos que se van a distribuir con aeronaves no tripuladas van a ser medicinas.
Ni un móvil comprado en Amazon ni cualquier otra compra online que normalmente llega a través de mensajero serán los primeros paquetes que lleven los drones. Y es que en Estados unidos la compañía Zipline ya ha llegado a un acuerdo con el gobierno de este país para distribuir medicinas y equipamiento médico en áreas rurales de Estados Unidos.
Se trata de un movimiento lógico, pues en las zonas rurales más aisladas de Estados Unidos hay lugares donde un dron puede llegar más fácil y de forma más rápida que un vehículo terrestre. El concepto de este reparto es el mismo que se ha aplicado en Ruanda, donde esta misma empresa ya distribuye medicinas en áreas de difícil acceso.
En el país africano tiene más sentido si cabe el reparto de medicinas con drones, pues las infraestructuras de comunicaciones son peores y estos dispositivos voladores pueden reducir considerablemente el tiempo que se tarda en llegar al lugar señalado. Y es que si se trata de una urgencia médica la premura podría salvar vidas.
Los drones de Zipline que se usan para el reparto de medicinas son de ala fija, lo que significa que su estructura es similar a la que podría ser un avión en miniatura (en lugar de los típicos dispositivos multirrotor como son los dispositivos de consumo más famosos, de DJI, por ejemplo), porque de esta forma pueden volar más rápido y además tienen una mayor autonomía.
La compañía llama a sus drones ‘Zips’, de ahí su nombre corporativo que juega con la constitución de una ‘línea’ de suministro. Estos Zips pueden llevar una carga de 1,3 kilogramos y volar unos 120 kilómetros de distancia sin recargar su batería.
El modelo está pensado para que los hospitales o los profesionales sanitarios que estén atendiendo una urgencia puedan pedir los medicamentos correspondientes a través de un mensaje de texto. Y es que si esta situación se da en Ruanda quizá no haya red 3G para enviar una petición a través de Internet.
El hecho de que el reparto de medicinas con drones se haya permitido en Estados Unidos da a entender que no se trata de una corriente pasajera. UPS ha invertido US$ 800.000 en el proyecto de Zipline de Ruanda, mientras que en Madagascar la Universidad Stony Brook, de Nueva York, está usando drones para transportar muestras médicas recogidas en regiones remotas a los laboratorios, facilitando un análisis rápido.