Antes de tomar una decisión, se debe tener en cuenta que ante todo se sigue siendo estudiante.
Las pasantías son la oportunidad que tienen los estudiantes para adquirir experiencia laboral y, además, poner en práctica sus conocimientos adquiridos durante un largo proceso académico. Sin embargo, si bien no es tan común, algunas empresas premian a estos profesionales ofreciéndoles seguir prestando servicios en las empresas. ¿Qué hacer en este caso? ¿Cuáles son los pro y los contras?
Para Sofía Giraudo, COO & Founder de First Job, antes de tomar una decisión, se debe tener en cuenta que ante todo uno sigue siendo estudiante, por lo que se debe conversar con la jefatura los horarios de trabajo para compatibilizar los estudios y no disminuir el desempeño en ambos roles.
A esto se suma que la continuidad en la empresa debe ser desafiante para el profesional, es decir, que se puedan asumir nuevas responsabilidades o tareas, ya que el objetivo principal es la experiencia y el aprendizaje.
En general, los practicantes más requeridos, según FirstJob, son los de carreras de Ingeniería Comercial, Ingeniería Civil industrial, Administración en general, Periodismo, Publicidad y Psicología.
En cuanto al perfil, deben ser personas motivadas por trabajar en la empresa, comprometidas y responsables, que idealmente hayan hecho más que estudiar en la universidad. Por ejemplo , que ayan participado en el Centro de Alumnos o tengan experiencia en trabajos part-time.
De acuerdo a Giraudo, la continuidad de un alumno en práctica, más allá de su excelente desempeño laboral, depende de las políticas internas de la empresa, es decir, si existen los recursos necesarios para asegurar su continuidad en la empresa o se tiene un programa definido de desarrollo de los mejores practicantes. “En algunas empresas muchas veces el supervisor directo puede valorar mucho el trabajo de su practicante y puede desear que continúe, pero la empresa no tiene las vacantes disponibles para ello. Por lo que es importante ser transparentes en ese sentido con el alumno”.
“También existen algunas empresas que desde un inicio comunican a sus practicantes que si su desempeño es bien evaluado existe la posibilidad de que se extienda su práctica, lo que también motiva a los practicantes”, dijo la ejecutiva.
¿Es mal visto rechazar extender la pasantía? Para la especialista, no es así. Y es que existen muchas razones de mayor peso para rechazar la continuidad de una práctica, como la finalización de los estudios de pregrado o que luego de realizar la práctica el alumno se haya dado cuenta que no era lo que buscaba, en término de las funciones a desempeñar, el rubro de empresa, el ambiente laboral o las políticas de la empresa.
“Lo importante es tener muy clara la razón del rechazo, ser honesto al comunicarse con los supervisores de práctica y seguir manteniendo el contacto con ellos”.