Luego del éxito de este tema grabado por una veintena de grandes estrellas en 1985 para ayudar a África, el nexo entre la música y la solidaridad nunca más fue igual.
El mayor éxito musical benéfico tiene nombre y fecha: "We are the world", producido por Quincy Jones, escrito por Lionel Ritchie y Michael Jackson y grabado en enero de 1985 por luminarias como Ray Charles, Bob Dylan, Stevie Wonder, Cyndi Lauper, Bruce Springsteen y los autores del tema, entre muchos otros.
Fue hace treinta años cuando varios de los artistas que llenaban de oro la industria discrográfica a mediados de los 80, decidieron dar un giro hacia la realidad. La idea fue ir en ayuda de la intensa crisis de hambruna y pobreza que azotaba a África.
Como puede verse, tres décadas después las cosas en el mundo no han cambiado demasiado.
El tema fue publicado en marzo de 1985 y rápidamente se convirtió en éxito, siendo hasta ahora el single benéfico más recordado de la historia. De hecho, superó los 20 millones de discos vendidos en el mundo, obtuvo tres premios Grammy al año siguiente y recaudó más de US$80 millones.
En plena grabación -en la que también participaron artistas como Diana Ross, Paul Simon, Cyndi Lauper, Kenny Rogers y Tina Turner- hubo alguna complicación técnica que los ingenieros detectaban pero no podían identificar.
Luego de mucho investigar, se dieron cuenta de que algunas joyas de los artistas producían interferencias en los sistemas de captación de sonido. La situación no dejó de tener cierto grado de contradicción vital: una acción en contra de la pobreza, interferida por la abundancia.
Aunque popularmente se reconoce sólo por "We are the world", el tema estaba ligado a una campaña llamada "USA for Africa", nombre de la ONG que administró los fondos recaudados.
Pero como el mundo no ha cambiado tanto desde 1985, la organización aún sigue trabajando en el continente africano y ha estado presente en las recientes labores para detener la expansión del ébola en Sierra Leona y Liberia.
"A partir de la experiencia de este disco, la energía se expandió rápidamente y se entendió que era posible revitalizarse e inspirarse en una ola de activismo que se movió por todo el mundo. Era difícil pensar, en todo caso, que tres décadas después este tipo de acciones habrían ayudado a impulsar un cambio en el mundo", comenta entusiasta Marcia Thomas, directora ejecutiva de la organización.
En pleno apogeo del video (casi dos años antes, Michael Jackson había roto los esquemas del género con "Thriller"), el tema también fue acompañado de un clip, que de manera sencilla resumía la jornada de grabación: solidarias y amistosas, todas estas leyendas vivientes de la industria musical compartían -alegres- micrófonos y espacios.
"Una gran canción dura eternamente. Te garantizo que si viajas a cualquier parte del planeta hoy y comienzas a tararear las primeras notas, la gente reconocerá inmediatamente la canción", comenta en la prensa el reconocido productor estadounidense Quincy Jones.
Objetivamente "We are the world" marcó una ruta. A partir de esa exitosa experiencia, la solidaridad en la música comenzó a ser más común y todas las iniciativas que se hacen actualmente tienen el sello de lo que hace tres décadas logró este icónico himno contra la pobreza.