Los variados circuitos religiosos que ofrece La Rioja durante la Semana Santa
Jueves, Marzo 10, 2016 - 06:27
Ubicada al noreste de Argentina, esta provincia ofrece una amplio panorama para quienes buscan recogimiento y reflexión en torno a la fe.
"Las Huellas del Peregrino", que proponen un recorrido por las Sendas del Espíritu Católico visitando el Santo de Madera de Naranjo, las iglesias al costado del Camino de Hierro, las antiguas Capillas Coloniales y el santuario de la Virgen de un Cirquero, es sólo uno de los tantos senderos turísticos religiosos que brindan testimonio de recogimiento en la zona argentina de La Rioja.
El paseo por estos lugares, que son exponentes del credo católico desde los orígenes mismos de estas localidades, permite a los creyentes participar de milagros increíbles y profundas historias en las que lo divino se funde y entrelaza con lo terrenal.
La propuesta religiosa destacada aquí es "Un santo de Madera de Naranjo", un recorrido que narra la historia evangelizadora de San Francisco Solano, que con su crucifijo, su violín y su breviario de plegarias logró calmar a varias tribus indígenas que amenazaban con arrasar la ciudad fundada por Juan Ramírez de Velasco.
La arquitectura de este templo nos ubica en los siglos XVI al XIX, con la culminación del estilo italianizante en la provincia, llevando a un viaje a los orígenes a través de murales que atesoran la Fundación de la Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja.
El circuito "Iglesias al costado del camino de hierro", forma parte de un recorrido por el llano donde la estructuración nacional dejó plasmada la llegada del ferrocarril a la provincia.
La dinámica social en el trazado ferroviario generó necesidades propias de un pueblo creyente que se asentaba en la búsqueda de nuevos horizontes, invocando la protección divina.
El legado está formado por Santa Rosa de Lima en Patquía y por la "Ermita del Pastor", que atesora el martirio de quien fuera llamado el “pastor de los humildes”, monseñor Enrique Angelelli, en Punta de Los Llanos.
El templo El Salvador, en Plaza Vieja, la Virgen del Rosario de Polco, declarada Monumento Histórico Nacional, el Oratorio a los mártires Gabriel Longueville y Juan de Dios Murias en Bajo de Luca son otras ricas muestras de este legado.
Las capillas de este trayecto religioso atesoran indumentaria sagrada original, ornamentos litúrgicos donde se destacan la técnica del oropel o bordado con hilos de oro y actas baustimales de personalidades de la vida político-institucional de la provincia.
En la denominada costa riojana la propuesta religiosa se centra en la historia "Un Cura de la Independencia y Una Virgen Morena", que narra como Pedro Ignacio de Castro Barros, originario de la zona, y la veneración a una Virgen India, signaron la vida de la feligresía en cada pueblo costeño.
Las capillas y templos que le dan vida a este relato poseen singulares elementos y tecnicismos arquitectónicos que sumergen a los visitantes en una infinita riqueza antropológica.
Las "Antiguas Capillas Coloniales", distribuidas de norte a sur en los alrededores de la ciudad de Chilecito, configuran uno de los más interesantes grupos de esta particular arquitectura destinada a la proclamación de la fe.
Los templos, muchos de ellos declarados Monumento Histórico Nacional por albergar en su interior imaginería de gran valor artístico e histórico, aún conservan reminiscencias de lo que fueran los asentamientos indígenas y su riqueza antropológica.
El recorrido religioso hacia el oeste riojano revive la entronización de "La Virgen de un Cirquero" en la advocación de la Virgen de Andacollo, que convirtió a la zona en uno de los principales centros de peregrinación de la provincia.
Los ritos celebratorios despiertan curiosidad por el atractivo en la narración de las pleitesías de sus devotos a través de la danza de origen chileno, peruano y boliviano, que año a año se repite los 26 de diciembre.
Por último, el paseo por la imagen tallada en piedra de "Un Niño que llora en el páramo" atesora el bagaje de miles de devotos que desde hace años realizan sus ofrendas en una de las peregrinaciones más importantes de la provincia en honor al Niño Dios de Gualco.