Se espera que la mejora proyectada en la economía nacional se vea respaldada por una recuperación gradual de las condiciones de crecimiento global, anunció el Banco Central.
En su reunión de esta semana, el Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco Negara Malasia decidió reducir la Tasa de Política Nocturna (OPR) en 25 puntos básicos a 1.75 por ciento. Las tasas máximas y mínimas del corredor del OPR se reducen correspondientemente a 2,00% y 1,50%, respectivamente.
"El impacto de COVID-19 en la economía mundial es grave. Las condiciones económicas mundiales siguen siendo débiles y se prevé que el crecimiento mundial sea negativo para el año", alertó la entidad en un comunicado a los medios.
Aunque el Banco Central de país espera una depresión en el segundo trimestre, la debilidad generalizada en los mercados laborales y el comportamiento preventivo de los hogares y las empresas podrían afectar la recuperación en el futuro. Varias economías importantes han comenzado a relajar las medidas para contener la pandemia de COVID-19, lo que ha llevado a la reanudación gradual de la actividad económica.
Las condiciones financieras han mejorado, aunque la aversión al riesgo sigue siendo elevada. Los riesgos a la baja para el panorama global permanecen, especialmente si el resurgimiento de la pandemia requiere la reintroducción de medidas de contención.
Para Malasia, la actividad económica se contrajo bruscamente en el segundo trimestre del año, debido a las medidas introducidas para contener la pandemia a nivel mundial y nacional. Tras la reapertura gradual y progresiva de la economía desde principios de mayo, las actividades económicas han comenzado a recuperarse de la depresión en el segundo trimestre. Los paquetes de estímulo fiscal, junto con las medidas monetarias y financieras, continuarán apuntalando la mejora de las perspectivas económicas.
Se espera que la mejora proyectada en la economía nacional se vea respaldada por una recuperación gradual de las condiciones de crecimiento global.
Sin embargo, el ritmo y la fuerza de la recuperación siguen sujetos a riesgos a la baja derivados de factores tanto internos como externos. Estos incluyen la posibilidad de nuevos brotes de la pandemia que conduzcan a la reimposición de medidas de contención, una debilidad más persistente en las condiciones del mercado laboral y una recuperación más débil de lo esperado en el crecimiento global.
Se espera que las presiones inflacionarias disminuyan en 2020. Es probable que la inflación general promedio sea negativa este año, reflejando principalmente los precios mundiales del petróleo sustancialmente más bajos. Se considera que los riesgos de una disminución generalizada y persistente de los precios son limitados a medida que se reanuda la actividad económica y mejoran las condiciones de la demanda. Sin embargo, las perspectivas siguen siendo significativamente afectadas por los precios mundiales del petróleo y los productos básicos. Se espera que la inflación subyacente sea moderada y esté dentro de las expectativas.
La reducción en el OPR proporciona un estímulo político adicional para acelerar el ritmo de la recuperación económica. El MPC continuará evaluando las condiciones cambiantes y sus implicaciones en las perspectivas generales de inflación y crecimiento interno.
"El Banco continuará utilizando sus palancas de políticas según corresponda para crear condiciones propicias para una recuperación económica sostenible", finalizó el comunicado de la entidad.