Hay algunas señales que líderes o empleadores pueden notar en una persona trabajadora que vive con depresión. La productividad de la persona disminuye, interactúa poco, tiende a aislarse y muestra cierta irritabilidad.
Por ello, es necesario que los centros de trabajo atiendan su responsabilidad, que comienza informándose. La depresión “impide funcionar adecuadamente” y si no la tratas a tiempo, puede agravarse al grado de ser mortal, porque se puede acompañar de conducta suicida”, enfatiza la doctora Jacqueline Cortés.
La depresión no es tristeza, aclara. Esto último “es una emoción normal. Tampoco es un duelo. Perder a una persona, un trabajo o algo importante puede generarnos ese estado” que será temporal. Son varios los factores que pueden desencadenarla, pero también hay “cierta vulnerabilidad genética” de padecerla.
¿Cómo identificar síntomas de depresión?
Hay algunas señales que líderes o empleadores pueden notar en una persona trabajadora que vive con depresión. “Su productividad disminuye, llega tarde, falta o se ausenta”, explica la psiquiatra. Interactúa poco, tiende a aislarse y muestra cierta irritabilidad.
Los malestares físicos, como dolores de cabeza, son otro rasgo, así como la pérdida o el aumento del apetito. También las alteraciones en el sueño, como el insomnio, el que se manifiesta en la dificultad para dormir, despertar en la madrugada o despertar muy temprano sin haberlo planeado; o bien, dormir y no descansar o sentir mucho sueño.
Hay pérdida de concentración y de memoria, lo que “les puede hacer cometer errores”. La falta de energía, desmotivación y ganas de llorar son también síntomas.
“Otras de las características de la depresión es que las personas se sienten aletargadas o aceleradas, todo les cuesta mucho trabajo, se enfocan más a lo negativo”, detalla la especialista. En un estado grave “piensan que no vale la pena vivir” y pueden intentar quitarse la vida y lograrlo.
La capacitación para todos los niveles sobre la salud mental es esencial, para prevenir la depresión, dice la doctora. Pero también la motivación y el reconocimiento del trabajo. Si el problema ya está presente, “canalizarles con un especialista y apoyarles en el proceso”.
Otra acción, agrega, es crear un ambiente laboral de empatía y comprensión. “Darle la importancia que se merece la salud mental mejorará la productividad”.
Todavía muchas personas ocultan este padecimiento por temor a perder el trabajo, “pero no podemos tapar el Sol con un dedo. Lo que no digamos en palabras lo expresará nuestro cuerpo y nuestras conductas”.
Las ayudas psicológica y psiquiátrica todavía están envueltas en el tabú; sobre todo esta última. “La gente cree que es para personas locas, o que los tratamientos causan adicción y ni un solo antidepresivo la provoca. Indicados por quien sabe manejarlos, van a mejorar y van a cambiar mucho su calidad de vida y por ende, mantener su trabajo”, concluye.
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