Capturar, retener y desarrollar nuevos talentos es clave para el éxito de una institución sanitaria. Granados, directora médica de la Fundación Valle del Lili, que participará en la segunda edición del Foro Latinoamericano de Salud organizado por AméricaEconomía en Ciudad de México, habla de este desafío.

Vicente Quijada B. La Fundación Valle del Lili es una organización sin fines de lucro en Colombia, constituida en 1982 y inaugurada oficialmente en 1994. El 2015 fue premiada por Merco -Monitor Empresarial de Reputación Corporativa-, como la institución de salud de mejor reputación, alcanzando el máximo puntaje de la medición y también es la tercera a nivel latinoamericano -y la primera colombiana-, según el ránking Mejores Hospitales y Clínicas de AméricaEconomía 2015.

Marcela Granados, la directora médica de la Fundación desde el año 2012, compartirá su experiencia en la organización del exitoso modelo de trabajo en el panel de "Gestión de talentos y una nueva cultura organizacional para un nuevo modelo en Salud", donde el foco estará puesto en la importancia de generar atractivos para los profesionales y asegurar su permanencia, y al mismo tiempo aprovechar esta relación para entregar un servicio de excelencia y enfocado en el paciente, su nuevo eje central.

- ¿Cuáles son las claves para una gestión eficiente de talentos? ¿Cuáles son las vías?

-La clave más importante en la gestión del talento humano en salud dentro de nuestra organización parte desde el mismo momento de la vinculación de los profesionales, identificando en ellos claramente dentro de su perfil, un compromiso acorde con nuestros cuatro pilares fundamentales: asistencia, educación y docencia, investigación y apoyo social.

Destaco que tenemos un organigrama, bajo un esquema de Hospital Universitario y Certificación de Sistema de Gestión de Calidad con Excelencia que nos permite mantener informado de manera permanente a todo el cuerpo médico institucional  y personal asistencial de las directrices, y la planeación estratégica de la organización, facilitando la adherencia y participación en todos los procesos.

Adicionalmente, convencidos completamente de la importancia de la formación del talento humano y de la educación como única forma de transformación sostenible de una sociedad, ofrecemos patrocinio para la formación y educación continuada del cuerpo médico y personal asistencial, con becas para programas de entrenamiento  en cualquier parte del mundo y durante el tiempo necesario. Esto ha permitido tener profesionales mucho más comprometidos con nuestra misión. El 30% de nuestro cuerpo médico institucional ha recibido soporte económico para su formación y uno de nuestros indicadores anuales está relacionado con la cantidad de ellos que salen por año con este soporte.

-¿Qué busca una institución médica a la hora de seleccionar a su personal? Cuando se trata de los doctores ¿en qué medida empatía (hacia los pacientes) y autoexigencia en cuanto a pericia no son, por momentos, contradictorias?

-En la selección de los profesionales buscamos personas con altas competencias académicas, con autoexigencia por el mejoramiento y la educación continua, sin embargo antes de este factor es necesario evaluar su estructura como personas, pues la adquisición de capacidades técnicas se puede mejorar con el sistema de educación continuada. Nuestros estándares de calidad nos obligan a identificar de manera imprescindible personas que brinden calidez y buen trato para soportar nuestra política de humanización.

-Normalmente hay críticas hacia los ejecutivos de las entidades privadas que, en busca de maximizar las ganancias y minimizar el riesgo operan a los centros de salud como si fueran una empresa común y corriente y no una que posee en sus manos las vidas de sus “clientes”. ¿Hay un giro reciente hacia la búsqueda de ejecutivos que equilibren mejor estos aspectos?

-Estamos convencidos de la inversión en el recurso humano como la base para mejorar la rentabilidad de las organizaciones de salud, si se piensa en ellas a largo plazo. No debemos perder el norte de la excelencia científica sumada a la buena percepción de atención por parte de los pacientes, como el eje central de la labor que ejercemos, manteniendo un balance con la satisfacción de todos los participantes de la atención, los cuales incluyen a las aseguradoras, trabajadores, proveedores, entes regulatorios y universidades entre otros.

-En general, si se piensa en el sector de la enfermería, tanto intrahospitalaria como en el hogar, se observa una carencia de personal, por un lado. Por otro hay migración importante hacia las economías desarrolladas y, en un tercer flanco, los centros de formación en muchos países, por ejemplo Chile, tienen sistemas de formación claramente deficientes ¿qué ocurre en ese ámbito y qué perspectivas de resolver estos problemas existe?

-Si bien es cierto que tenemos en nuestros países dificultades en formación de profesionales en enfermería y en muchas oportunidades carencia del recurso, nosotros como institución le apostamos a la capacitación como estímulo  para su permanencia. Usualmente recibimos  al personal de enfermería recién egresados y su formación se completa con un programa estructurado de inducción, ajustado a las necesidades institucionales. A esto se asocia la exposición a la alta tecnología haciendo de ellos personal altamente calificado. El indicador de rotación de este tipo de profesionales es realmente muy bajo.

Dada nuestra experiencia en los modelos de educación médica universitaria, estamos desarrollando un proyecto para empezar a trabajar en programas de formación tanto en pregrado como en posgrado en enfermería y otros profesionales de la salud,  como un compromiso con la sociedad en general, dadas las claras necesidades de talento humano en estas áreas.

-Una vez que ya contamos con los profesionales que necesitamos, ¿cuál es la fórmula para retener personal?

-Dado que nuestra institución por su naturaleza jurídica no distribuye dividendos, la gestión enfocada en la eficiencia y búsqueda de la excelencia, nos permite distribuir todos los excedentes hacia la educación, inversión en tecnología e investigación. Esto hace que los profesionales tengan la posibilidad de un crecimiento personal y profesional apoyados sin restricción por la Institución, tanto en la adquisición de conocimiento como en la generación del mismo con las diferentes líneas de investigación. De otro lado, la inversión en equipos médicos que hacemos anualmente, manteniéndonos a la vanguardia tecnológica en una forma responsable, le permite a los profesionales aplicar los conocimientos adquiridos en beneficio de los pacientes.

No menos importante, nuestra política de integralidad en el manejo de los pacientes de alta complejidad, permite que los profesionales en sus diferentes especialidades se sientan apoyados y seguros en su ejercicio de manera permanente, puesto que tenemos disponibilidad de ellos en todas las especialidades 24/7.

-¿De qué manera -con qué cambios- podemos llegar a un nuevo modelo de salud enfocado en el paciente? ¿Es aplicable a Latinoamérica? 

-La estructura de la legislación en salud de cada país puede ofrecer algunas dificultades para la estandarización de un modelo. Sin embargo, creemos que bajo la mirada de la responsabilidad social en las organizaciones de salud y centrados en el paciente como eje fundamental, se deben replicar resultados similares y exitosos

-A nivel más general y a su juicio ¿En qué momento se encuentra la industria de la salud en Latinoamérica? ¿Hacia dónde va el crecimiento? 

-Estamos seguros de que a pesar de las dificultades que afrontan nuestros países en Latinoamérica, hemos logrado mucho desarrollo en la alta complejidad y hoy los pacientes encuentran solución a sus problemas de manera muy similar a las obtenidas en los países desarrollados. Son muchos los modelos en Latinoamérica que apostándole a la excelencia toman hoy posición de referencia a nivel mundial.

Cada día más nuestras instituciones participan en investigación y generación de conocimiento como estrategia fundamental de desarrollo de la industria de la salud. También es claro que debemos fortalecer el cuidado primario como estrategia costo-eficiente para nuestros modelos con limitaciones de recursos.