La presidenta del gremio más antiguo de la industria en Chile, explica cómo se enfrenta la crisis sanitaria del coronavirus desde la producción de medicamentos.
Una de las preocupaciones que surgen en los países para enfrentar la pandemia de coronavirus es que los medicamentos necesarios estén disponibles. En otras palabras, evitar el temido desabastecimiento.
Mientras la pandemia sigue expandiéndose, sumando más de 850.000 personas infectadas en todo el mundo y unos 40.000 fallecidos, los sistemas de salud intentan estar en su mejor forma para enfrentarla.
Aunque, hasta el día de hoy, no existe un tratamiento que cure el Covid-19, sí existen muchos fármacos que se utilizan de manera paliativa para reducir sus síntomas como la fiebre y tos. Pero en un mundo donde los movimientos internacionales se restringen cada vez más, depender de las importaciones de medicamentos para una medida no solo arriesgada, sino directamente errónea.
En entrevista con Cluster Salud, Marcela Sabaini, presidenta de Asilfa, Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos de Chile, que reúne a 11 laboratorios con plantas en el país, explica que la clave está en fortalecer la industria farmacéutica local.
¿Qué ventajas representa una industria farmacéutica local frente a las importaciones en el contexto de la pandemia?
Las industrias farmacéuticas en general son estratégicas para cada país, su presencia local significa tener capacidad para poder reaccionar en forma oportuna y eficiente en una pandemia, como por ejemplo, la que vivimos actualmente con el Covid19. Si la industria farmacéutica no existiera en un determinado país, éste tendría que importar los medicamentos y pasar a depender de terceros. No olvidemos que la capacidad de reacción para un requerimiento puede tomar incluso meses. Siguiendo lo anterior, es importante reforzar de manera continua un mensaje clave a las autoridades, el cual alude a tomar conciencia de lo riesgoso que significaría terminar con una industria productiva a causa de regulaciones, que en vez de fortalecerla la debilitan.
-¿Cómo se enfrenta el actual problema del coronavirus desde la industria farmacéutica?
-Apoyando a las autoridades con solidaridad para producir en sus máximas capacidades los medicamentos que se requieran para el buen abastecimiento de la población.
-¿Es el momento de cambiar la producción a medicamentos de alta demanda actualmente o es preferible no alterar las cadenas de producción?
-Es preferible no alterar las cadenas de producción, ya que los medicamentos son requeridos para muchas patologías y no solamente para contener el coronavirus. Sin embargo, se puede producir con un tercer turno aquellos medicamentos que hoy son más requeridos por la población en un periodo donde el país entra en una estación de invierno que complica más a los pacientes crónicos y de la tercera edad. Por lo demás, no sólo disponemos de empresas locales, sino también de la fabricación en países vecinos, los que están al alcance y confían en Chile.
-¿Cree que la industria farmacéutica chilena está preparada para el desafío que representa esta pandemia?
-A lo largo de los años, la industria chilena ha demostrado tener las capacidades y las competencias necesarias para ofrecer medicamentos accesibles y de calidad garantizada a su población.
-De llegarse a comprobar la efectividad de la ahora popular hidroxicloroquina para tratar el Covid-19 ¿Podría Chile cubrir la demanda nacional de este fármaco?
-Por cierto, hoy la industria local produce medicamentos con hidroxicloroquina y de aprobarse en algún momento dicha terapia, podría perfectamente aumentar la producción de estos fármacos ante un eventual requerimiento.
-¿Cómo cree que podría afectar el rendimiento de la industria farmacéutica local en esta crisis las futuras regulaciones post-epidemia?
-Como ya lo hemos anunciado, si los parlamentarios y el Gobierno insisten en avanzar con la Ley de Fármacos II sin considerar las observaciones que nuestro sector ha transmitido en reiteradas ocasiones, finalmente lograrán cerrar la industria y pasar a depender de terceros para el abastecimiento de los medicamentos esenciales, lo cual sería un error estratégico imperdonable para el país.
