El director del Instituto de Neurocirugía Dr. Alfonso Asenjo, que resultó primero en la última Evaluación de Establecimientos Autogestionados en Red del ministerio de Salud de Chile, afirma que es necesario construir un círculo virtuoso donde haya más gestión, más eficiencia y más recursos.
Una gestión hospitalaria eficiente es primordial a la hora de tener buenos resultados financieros o de desempeño. De hecho, el ministerio de Salud de Chile cuenta con una Evaluación de Establecimientos Autogestionados en Red, ránking que mide cada año el desempeño de los hospitales autogestionados dependientes de la cartera sanitaria, pero que son autónomos en adminsitración interna y recursos.
En 2017 la institución con el mejor resultado fue el Instituto de Neurocirugía Dr. Alfonso Asenjo, en la medición que analiza sustentabilidad financiera, eficiencia operacional, gestión clínica y excelencia de atención por Balanced Scorecard (BSC).
Su director, el Dr. Marcos Vergara, analiza el escenario de la gestión en salud tanto en Chile como en Latinoamérica, además de plantear otras reformas necesarias para el país sudamericano.
-¿Qué hace que el Instituto de Neurocirugía sea primero en este ránking de hospitales autogestionados?
- Hemos constituido un equipo de trabajo que vive en la deontología del administrador, no tenemos deudas ni duda al respecto, pero entendemos que nuestro giro requiere del encuentro cotidiano entre administradores y clínicos. No puede ser de otro modo. Nuestro “core business” es la producción de servicios clínicos para atender a las necesidades de nuestros pacientes. En eso estamos.
-¿Cómo se puede mejorar la gestión en salud? ¿Está Chile mejor o peor preparado que otros países de Latinoamérica?
- Chile está mejor preparado porque tiene un Servicio Civil que permite reconocer el mérito de quienes están capacitados y tienen las competencias para gestionar, por una parte y, por otra, porque ha desarrollado programas formativos con orientación a la gestión de los hospitales, que es donde finalmente se produce el gran gasto en salud de los países.
-¿Cómo cree que se pueda bajar la actual deuda hospitalaria en Chile?
- Responsabilizando a los que administran por los resultados y financiando la resolución de las listas de espera por la vía de expandir la compra de soluciones desde el seguro público (FONASA). Esto es indispensable para romper con el círculo vicioso de las desconfianzas que tiende a la centralización de las decisiones, lo que no es bueno. Siempre es mejor administrar más cerca de los problemas. Construir el círculo virtuoso: más gestión-más eficiencia-más recursos.
-¿Cree que deba reformarse el actual sistema de isapres?
- El sistema de Instituciones de Salud Previsional (Isapres) debe eliminar la tarificación por riesgos (tarifa plana) y las pre-existencias. De lo contrario seguirán siendo las bestias negras de la seguridad social en salud. Esto (lo primero) lo dijo ya el Tribunal Constitucional hace varios años. Pero no es una tarea fácil.
-¿Qué otras reformas a la salud cree necesarias?
- Debe haber una reforma a los mecanismos de transferencia de recursos dentro de la Modalidad de Atención Institucional (MAI) del sistema público, para promover la gestión en red, anticipativa a la aparición de los daños, dado que se tiene población a cargo.
-¿La parece que debe continuar el modelo de concesiones para la construcción de hospitales?
- Por cierto que sí, de lo contrario no terminaremos jamás de actualizar la obsolescencia hospitalaria actual, lo que significa entregar a la población más pobre medicina subestandar. Las concesiones sí son un medio. Al final no son más que un tipo de crédito, con la ventaja de que no incrementan la deuda pública e incorporan el mantenimiento de los edificios.
-¿Es necesario modernizar la infraestructura hospitalaria actual?
En el mundo hospitalario público tenemos que resolver cuestiones mucho más básicas de infraestructura que se encuentran pendientes. Considere que la sola reposición de los 10 establecimientos más antiguos del Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS), cuya infraestructura está completamente obsoleta física y funcionalmente, importaría a mi entender una cifra cercana a los 900.000 millones de pesos (US$ 1.403 millones).
- Y respecto a los medicamentos, ¿qué opina del valor de los fármacos en Chile?
- Se trata de una industria muy mal regulada, pero nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato, por la enorme penetración e influencia que aquella tiene sobre los tomadores de decisiones políticas. Al fin y al cabo el sector salud está movido principalmente por los intereses de esta industria. Esto no es trivial. De verdad se requiere de un coraje y de una claridad tales que a lo mejor nunca será factible.