La periodista y productora comparte lecciones de la segunda temporada de su programa de crimen y misterio, que la trae de regreso a la pantalla a través de Investigation Discovery.
Convencida de que siempre hay más historias por contar, la periodista mexicoamericana regresa con un estreno de duras y reveladoras entrevistas en la segunda temporada de The Real Story with María Elena Salinas, espacio en el que la ahora productora independiente investiga “la historia real” detrás de los crímenes que han encabezado los grandes titulares de Estados Unidos, y va en busca de nuevas pruebas y perspectivas.
“Es difícil no conmoverse con casos tan desgarradores, especialmente como mamá. Desafortunadamente, siempre las víctimas terminan siendo mujeres jóvenes y vulnerables que caen en las garras de hombres supuestamente confiables y amorosos, pero que después resultan ser monstruos”, dijo.
La periodista, cuyo rostro es familiar para casi 60 millones de hispanos, compartió la satisfacción de volver a la pantalla, a través de un proyecto que la empodera y con el que sigue haciendo historia como una de las pocas mujeres dedicadas al periodismo de investigación, aportando nuevas perspectivas a crímenes que han sido noticia en las últimas décadas.
“Vale la pena dedicarse a investigar, porque cada caso es diferente y siempre es intrigante explorar esos detalles que son un aprendizaje para los televidentes y para mí. A veces digo: ‘¡cómo es posible que esto haya ocurrido!’ A través de este programa, he aprendido mucho sobre el comportamiento humano, sobre cómo hay personas capaces de cometer tanta maldad y sobre la vulnerabilidad a la que estamos expuestos en cada minuto de nuestras vidas”, expresó la ganadora del Emmy, entre otros premios.
“Llama la atención descubrir que muchas veces las señales de estos crimines están justo frente a nosotros y no nos damos cuenta. Así es que hacer este programa me ha dejado grandes lecciones”, agregó.
Regla de oro
No dejar que las historias le afecten en el aspecto más personal e íntimo, es una de las reglas no escritas que tiene María Elena Salinas como periodista. Sin embargo, reconoce que ha sido una tarea muy difícil no permitir que muchos casos la impacten, especialmente cuando se enfrenta a entrevistas íntimas de alto contenido emocional con víctimas y culpables.
“Conversar dos y hasta tres horas con alguien para investigar un crimen genera empatía, en especial porque entrevisté a muchos familiares de las víctimas, que también son víctimas. Muchos de ellos se sienten culpables por no haber podido proteger más a sus hijos o a sus seres queridos, y recibir ese sufrimiento es duro”, reveló.
“Por eso hacer este trabajo nos ayuda también a nosotros como periodistas a poner nuestra vida en perspectiva, a contar nuestras bendiciones y ser mucho más precavidos con nuestro entorno más cercano”, añadió.
“He aprendido que hay gente que puede ser muy mala. Yo creo que esta es una de las lecciones principales de la segunda temporada del programa, en la que también he reafirmado que no importa qué edad tengan los hijos, hay que cuidarlos como si fueran bebés. Ellos necesitan de nosotros”, dijo sobre el espacio que investiga la muerte de Jessie Bardwell, el secuestro y asesinato de un niño de tres años, entre muchas otras historias.
Su misión
Recientemente, Salinas fue la oradora principal de la ceremonia de graduación de la Universidad UC Berkeley, en California, escenario en el que la periodista habló en español frente a más de siete mil personas. Invitaciones como estas siguen logrando que Salinas se mantenga estrechamente ligada a la comunidad hispana, que por más de tres décadas la siguió a través de la pantalla de Univision.
“Me dio mucho gusto recibir esa invitación y poder hablar en español para los alumnos de Berkeley. Esta es una de las universidades más prestigiosas del país y hay muchísimos estudiantes latinos en ella. El lema de la graduación era ‘Aquí se respira lucha’, porque en el norte de California muchos de estos estudiantes son los primeros que se gradúan de la universidad en su familia”, manifestó.
“Son conscientes de que sus padres han hecho grandes sacrificios por ellos. Y eso hace que el momento que vivieron aquel día tenga el doble de relevancia, ya que la lucha ha sido mayor”, dijo la periodista, quien se ha propuesto en esta nueva etapa de su carrera empoderar a los hispanos y a la mujer en EEUU.
“A través de las conferencias, los discursos, las charlas y, por supuesto, las redes sociales, me mantengo cerca de la gente y eso me hace muy feliz. Me siento bendecida por el cariño que todos me brindan siempre. Yo soy tímida, todavía me da pena ver que las personas hacen fila para tomarse una foto conmigo, por eso confieso que me siento bendecida y un poco penosa”.
“Soy afortunada de poder seguir conversando con el público, intercambiando opiniones. No siempre estamos de acuerdo, pero convivimos en armonía. Debatimos de todo por medio de las redes sociales y ellos saben que sigo aquí para acompañarlos”, finalizó.