La organización de Asunción, “Quiero Ser Legal”, pidió asesoría a las entidades chilenas.
Patricio Gutiérrez, La Nación. El trabajo colaborativo de Mamá Cultiva y Fundación Daya es conocido en el Cono Sur. Viajes a Brasil, Uruguay y Argentina a presentar el caso chileno, además de la creación de Mamá Cultiva Argentina, es una muestra de esto, según informaron ambas organizaciones.
Esta vez fue el turno de Paraguay, donde la organización asuncena (gentilicio de Asunción) “Quiero Ser Legal” pidió asesoría a las entidades chilenas, representadas por la presidenta de Mamá Cultiva, Paulina Bobadilla, y la directora ejecutiva de Fundación Daya, Ana María Gazmuri.
Recientemente formada, “Quiero Ser Legal” es una organización que agrupa a usuarios medicinales de cannabis, y también busca informar a la sociedad en general de todas las cuestiones relativas al cannabis, desde los puntos de vista científico, social, terapéutico, entre otros.
“Un día viendo noticias por la televisión paraguaya, mostraron un caso de una niña con epilepsia refractaria que trataba su patología con cannabis con muy buenos resultados”, comentó uno de los representantes de Quiero Ser Legal, Marcelo Vega.
“En ese mismo reportaje, mostraron a Chile como un caso de éxito en uso medicinal de cannabis”, agregó.
Fue ahí cuando la organización comenzó a indagar y llegó a Fundación Daya y Mamá Cultiva, con quienes se comunicó y ya ha logrado tener diversas reuniones virtuales y conversaciones diarias de asesoría.
“Nuestro interés siempre es ayudar a países hermanos, y si en Paraguay necesitan de nuestra asesoría y que los ayudemos en base a nuestra experiencia, siempre estaremos disponibles para ellos y otros países”, comentó Paulina Bobadilla.
“Nosotros estamos luchando por la democratización del acceso al cannabis en Chile, pero sabemos que es algo necesario no sólo aquí, sino también en el resto de los países, y vamos a apoyar cada uno de los procesos”, sostuvo la representante.
En cuanto a la realidad paraguaya, Vega comentó que “no podemos esperar más, todos los días estamos arriesgando nuestra libertad sólo por querer tratar a nuestros familiares, y necesitamos salir a la calle y exigir que se nos respete”.