Una reciente investigación muestra que la discriminación por cuenta de la maternidad sigue siendo un factor que pesa en el mercado laboral, pues las licencias por este concepto parecieran lesionar a largo plazo las carreras de las madres.
Aunque el sector productivo no ha determinado los efectos de la ampliación de la licencia de maternidad en el mercado laboral, algunos estudios advierten sobre resultados poco alentadores en el empleo femenino.
Uno de ellos, la maternidad y el empleo formal en Colombia, presentado por el Banco de la República, destaca que uno de los problemas es “que las licencias pueden proteger el trabajo y mantener los ingresos de las madres, pero también pueden lastimar sus carreras”.
Esta situación resulta paradójica, sobre todo en tiempos en que se promueven la igualdad y el cierre de la brecha salarial entre géneros. Posiblemente, un mayor período de licencia por maternidad “pueda afectar decisiones de participación laboral, pero también aquellas relacionadas con la contratación y la promoción de las mujeres, independiente de que sean madres”, dice Julio Romero Prieto, economista del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) del Banco de la República.
El investigador sostiene que su informe fue realizado usando los registros de la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes (PILA) cuando las licencias de maternidad aumentaron de 12 a 14 semanas. La última decisión del Congreso al respecto fue elevarlas a 18 semanas, mediante la Ley 1822 de 2017.
En Colombia, el desempleo femenino es mayor que el masculino (12,3 % frente a 7,1 %) y la brecha salarial está cercana a 20 %.
“No tengo mediciones para saber qué ha pasado desde el momento en que se promulgó la última ley. En general, esas pretensiones que uno piensa que son positivas acaban siendo negativas”, indicó el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero.
El estudio de Romero destaca que “las licencias protegen el empleo de las madres en el corto plazo y el aumento en la duración no afectó la probabilidad de continuar con el mismo empleo. Sin embargo, a largo plazo sí disminuyó la probabilidad de reengancharse en nuevos trabajos e incrementó la probabilidad de abandonar la formalidad”.
“La evidencia sugiere que hacer las licencias de maternidad más generosas podría deteriorar las condiciones laborales de las mujeres”.
El presidente de Fenalco admite que la decisión de elevar las semanas de licencia por maternidad “se ve muy interesante, pero después comienza una propensión a no contratar mujeres en edades reproductivas, digamos entre los 25 y los 35 años. Comienzan a preferir mujeres mayores y solteras. Buscan un perfil de mujer diferente, entonces esas pretensiones positivas acaban siendo negativas”.
Desarrollo de la economía
Natalia Ramírez Bustamante, abogada experta en temas laborales, sostiene en un estudio conjunto, realizado con las investigadoras del Banco de la República Ana María Tribín y Carmiña Vargas, “que la extensión de la licencia de maternidad realizada en 2011, cuando pasó de 12 a 14 semanas, tuvo un efecto negativo en la posibilidad de emplearse de las mujeres en edad reproductiva. Esos resultados podrían dar luces sobre el efecto previsible de la extensión realizada recientemente para los años venideros”.
Marcelo Silva, catedrático de la Universidad Nacional, señala que siempre que se aprueba una garantía para los trabajadores se alegará que va en detrimento del empleo. “El problema del empleo no obedece a ese tipo de factores, sino al desarrollo de la economía”, indicó.
Para él es claro que “siempre que se les va a dar o ampliar una garantía a los trabajadores porque es absolutamente necesaria dentro de las nuevas condiciones, los empleadores o sus voceros van a sacar la disculpa de que eso va a obligar a contratar menos gente, lo cual es irracional”.
En el informe que presenta el Banco de la República, Romero sostiene que muchas veces a la hora de la selección se tiene en cuenta la maternidad, lo que representa un problema de discriminación, “cuando los empleadores perciben a las madres como improductivas o menos comprometidas con su trabajo”.
Botero admite que en el sector del comercio no se ha hecho ningún estudio sobre la incidencia de la ampliación de la licencia de maternidad en el mercado laboral. “Sería muy aventurado de mi parte decir que eso haya tenido efectos negativos. De positivo lo que se le ve es el mayor cuidado del recién nacido, de resto no se le ve nada”, dijo.
Por el lado de los sindicalistas, se considera que el primer obstáculo que tienen las mujeres a la hora de ingresar al mercado laboral está relacionado con la maternidad. Fabio Arias, secretario de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dice que ellos tienen la percepción de que sigue habiendo discriminación a la hora de contratar con base en factores que nada tienen que ver con el desempeño o la capacidad laboral de las personas.