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Medellín, más allá de la figura de Escobar
Martes, Noviembre 20, 2018 - 11:00

Una rica oferta cultural, movida vida nocturna y naturaleza frondosa alejan hoy a "la ciudad de la eterna primavera” de su violento pasado.

Desde mediados de los años 80 el nombre de Medellín, apodada la “ciudad de la eterna primavera” por su clima templado, se asocia al narcotráfico. Especialmente por lo que fue el derrotero de Pablo Escobar, el más tristemente célebre de los narcotraficantes. Pero la ciudad es mucho más que eso y se ha transformado en una de los sitios elegidos del turismo del continente. Muchos se acercan a la ciudad con ojos curiosos, tratando de entender justamente cómo pudo despegarse de ese doloroso pasado, transformarse, y ser una ciudad “resiliente” y por demás atractiva y seductora.

En parte lo logró porque apostó a las actividades recreativas y al aire libre, las ofertas culturales e incluso a los eventos empresariales. La propuesta turística de Medellín es multifacética y va desde las esculturas de Botero o el turismo ecológico hasta los teleféricos que conectan la ciudad con los barrios circundantes y ofrecen vistas únicas. La gran oferta hotelera y los precios accesibles funcionan como un atractivo adicional para los turistas extranjeros. 

Los que la visitan con una intención cultural tienen una amplia oferta de museos e instituciones a disposición. Por ejemplo, el Museo de Antioquia, ubicado en el centro histórico de la ciudad y fundado en 1881, tiene una colección de más de cinco mil piezas. Es una edificación de 14.500 m², con notorias influencias del Art Decó americano, que recibió en 1975 el cuadro El Exvoto, de Fernando Botero. El artista donó varios de sus trabajos a la institución, estableciendo un vínculo muy profundo con ella. A finales de los 90 se construyó la Plaza de las Esculturas, conocida popularmente como Plaza Botero, donde se exhiben 23 esculturas donadas por el genial artista. Las esculturas de bronce se mezclan con las palmeras y se transforman en un museo al aire libre. Cada una representa un tema específico, y están desde la mujer con espejo o sentada hasta el hombre a caballo, el soldado romano o varios animales. 

También debe visitarse el Museo de Arte Moderno de Medellín que, desde su creación en 1978, es una entidad viva, de vanguardia, urbana y en ebullición. Para muchos es un espacio de encuentro, que recibe y propone una gran variedad de eventos artísticos, sobre todo de arte moderno y contemporáneo. A él se le suma el Museo El Castillo, que tiene la mayor colección de Artes Decorativas de Medellín. Su edificio, al estilo de los castillos góticos medievales, fue construido en 1930 en medio de parques y jardines. Actualmente es una fundación privada que promueve distintas expresiones artísticas universales. Se ha erigido como ícono de la ciudad, sobre todo por su gran belleza arquitectónica. Suele organizar eventos y encuentros culturales.

Múltiples opciones

El metrocable es una forma distinta de ver la ciudad. Con sus teleféricos y una extensión de casi 10 kilómetros, permite – a través de sus cuatro líneas y 11 estaciones – una mirada panorámica y desde las alturas.  

Si la intención es conocer la cara natural de la región, debe visitarse la Laguna de Guatape. Es uno de los lugares turísticos más pintorescos y naturales de Colombia. Está a dos horas de Medellín y uno de los sitios más atractivos que la rodean es La Piedra del Peñol. Se puede subir a pie, en caballo, en auto o en moto. El objetivo es llegar a su cúspide de piedra, y desde allí disfrutar de la imponente naturaleza que lo rodea todo. Para llegar hay que subir más de 700 escalones, lo que pone a prueba el estado físico del visitante. Hay, de todas formas, paradas que permiten descansar y reponer energías para continuar hasta el final. 

Un contacto cercano y disfrutable con el entorno es el que ofrece el Parque Explora, un museo de Ciencia y Tecnología con uno de los acuarios más grandes de Sudamérica. Se encuentra en el norte de Medellín, en las cercanías del Jardín Botánico, que agrega además el Planetario. Ambos combinan más de 300 experiencias interactivas que se distribuyen a lo largo de todo el parque.  Los visitantes encontrarán actividades relacionadas a la biodiversidad, audiovisuales, redes sociales, relatividad, termodinámica y física.  

Uno de los paseos preferidos por los turistas es visitar alguna planta cafetera, en las afueras de la ciudad. Es una buena oportunidad para conocer parte de sus secretos, y tener la opción de degustar una muestra de café “gourmet”. El paseo, de unas ocho horas, incluye almuerzos, visita de cascadas y naturalmente la posibilidad de comprar productos vinculados al café.

Otros apuestan a un tour distinto. Por ejemplo, recorrer la bulliciosa vida nocturna de la ciudad, y visitar distintos bares y boliches. El Parque Lleras, ubicado en el barrio el Poblado, es uno de los sitios donde se concentran los restaurantes, discotecas, bares y cafés más concurridos. Si bien la vida nocturna de la ciudad es intensa, aumenta sobre el fin de semana. Entre jueves y viernes la rumba desborda los locales y hace vibrar a los turistas. Las bebidas preferidas son los cócteles, por lo general basados en frutas. El Barrio Colombia, por su parte, en los últimos años se convirtió en el lugar de encuentro para los seguidores del género urbano. Ubicado cerca de la estación de metro “Industriales”, nuclea varios establecimientos con música en vivo. Otros eligen el llamado “Corredor turístico de la Calle 70”, una zona reformada en 2009  que ofrece nuevos y múltiples espacios, que muchos eligen para bailar, cantar, comer y beber. Está ubicado cerca de la estación del metro “Estadio”, muy cerca de los principales centros deportivos de Medellín. La zona denominada Carrera 38, en Las Palmas, ofrece bares, restaurantes y hostales. Su atractivo principal es la Fonda Dulce Jesús Mío, ubicada en el eje de “la ruta de la rumba”. Es un local que representa una fonda, con elementos típicos de Antioquia, que incluye trovadores, artistas en vivo y personajes tradicionales. 

La ruta “narco”

La figura del narcotraficante Pablo Escobar ha trascendido las fronteras de Medellín. Impulsado por centenares de notas periodísticas, libros, películas y hasta series para televisión, miles de turistas llegan a Colombia buscando vivir la “experiencia narco”. Se ofrecen tours de diversa duración, que van desde una visita “exprés”, de pocas horas, hasta recorridos de varios días. Entre las visitas más clásicas está la Hacienda Nápoles, la imponente mansión donde Escobar vivió y tenía desde un zoológico hasta pista de aterrizaje. La casa está abandonada y los tours con guía bilingüe cuentan las leyendas que se tejieron a su alrededor, además de narrar detalles de la flora y fauna del lugar. Otros tours, más extensos, incluyen la casa donde murió Escobar, el barrio donde nació y se crio, la célebre cárcel de la Catedral, la comuna 13 y hasta una visita a su tumba.  

Autores

El Observador