El BoJ espera que la inflación alcance el 2% en algún momento del año fiscal que termina en marzo del 2020.
Los miembros del Banco de Japón dijeron que deberían apegarse al marco de política actual y que hay razones para mostrarse optimista sobre los precios al consumidor porque las mediciones de las expectativas inflacionarias dejaron de caer, mostraron el martes las minutas de la reunión del 19 y 20 de julio.
El Banco de Japón (BoJ, por su sigla en inglés) mantuvo su política monetaria estable en su reunión de julio, pero retrasó el plazo para alcanzar su meta de inflación por sexta ocasión desde que el gobernador Haruhiko Kuroda lanzó el programa de alivio cuantitativo en el 2013.
Es poco probable que el optimismo de los funcionarios sobre las posibilidades de alcanzar su meta de inflación alivie las preocupaciones de que el BoJ debe cambiar su política debido a que aún no ha logrado impulsar los precios.
“La mayoría de los miembros compartieron la opinión de que, aunque los recientes progresos del IPC han sido relativamente débiles, la tasa de cambio interanual posiblemente continuará en una tendencia alcista y subiría a un 2 por ciento, principalmente gracias a las mejorías en la brecha productiva y las mayores expectativas inflacionarias de mediano y largo plazo”, mostró el BoJ en las minutas.
Unos pocos miembros también dijeron que la tasa de desempleo y la brecha productiva de Japón deben mejorar aún más para dar un mayor impulso económico, necesario para que el BoJ cumpla su meta de inflación de un 2%, según las minutas.
El BoJ ahora espera que la inflación alcance el 2% en algún momento del año fiscal que termina en marzo del 2020. El BoJ ha pospuesto el plazo para la meta de precios en seis ocasiones desde que Kuroda lanzó su enorme programa de compra de activos en 2013.
El banco central publicará las nuevas proyecciones en su próxima reunión, que termina el 31 de octubre. El organismo podría verse presionado a adoptar una política más expansiva o desarrollar un nuevo marco si debe postergar nuevamente el plazo de la meta de precios.
En su reunión del 20 y 21 de septiembre, un miembro del directorio del BoJ se opuso a la decisión del banco central de mantener la política monetaria estable, afirmando que el marco actual no es suficiente para generar inflación.