El vicepresidente para Latinoamérica de CardinalHealth, Christian Jorgensen, destaca que el uso de la tecnología en el sistema de suministro permite mejorar la calidad del cuidado.
En el marco del primer Congreso Latinoamericano de Cadena de Abastecimiento en Salud, organizado por la Fundación Cardioinfantil de Colombia, este año, Christian Jorgensen, vicepresidente para Latinoamérica, de CardinalHealth, explicó los alcances de contar con un buen sistema de cadena de abastecimiento en salud.
En la cadena existen varios eslabones en donde se relacionan los fabricantes, distribuidores y proveedores como los hospitales, que entregan los servicios médicos directamente a los pacientes. Un mal funcionamiento o errores en ella generan dificultades, que puedan llegar a afectar a los usuarios y además los estados financieros de los involucrados.
De hecho, según un estudio presentado por Jorgensen, en Estados Unidos se pierden al año cerca de US$ 5.000 millones, a causa de los problemas en el proceso de suministro. Y estas pérdidas son compartidas, entre fabricantes, distribuidores y hospitales.
- ¿Qué ocurre hoy con los hospitales? ¿No se están preocupando lo suficiente de la cadena de suministro?
- El foco de los hospitales es cuidar a los pacientes, pero se ha convertido en otra cosa. Ahora tienen hoteles, comida, cafetería, otros servicios, y la cadena de abastecimiento de verdad es una cosa muy muy compleja. Si tú ves las empresas grandes como Walmart, la cadena de abastecimiento es la mayoría de lo que son y los hospitales no es que pierdan el foco en los pacientes, pero muchas de sus actividades corresponden a servicios adicionales.
- ¿Y cómo los hospitales se pueden volver a focalizar mejor en su tarea principal?
- El punto es que las labores de manejo de cadena de abastecimiento, son complicadas y consumen muchos recursos, y al mismo tiempo, la ineficiencia de la misma afecta enormemente no solo los costos de los hospitales, sino la seguridad del paciente. Los hospitales deberían ya sea “tercerizar” en parte algunas de las áreas de cadena de abastecimiento a los expertos (igual como tercerizan cafeterías y lavanderías), o invertir en sistemas avanzados y tecnologías que los ayuden a manejarlo más eficientemente. Realizar esto realizar esto permite mejorar la calidad del cuidado y posibilita que los médicos y personal clínico puedan pasar más tiempo con el paciente.
- ¿Cuándo se generan los costos o pérdidas compartidas?
- Cuando un producto se vence hay que botarlo, y muchas veces los hospitales tienen ciertos insumos médicos de los que no tenemos visibilidad (fabricantes o distribuidores) en cuanto a cuando son utilizados. Por lo tanto tenemos que enviar a alguien para que los cuente y se asegure de que los productos están ahí. También ocurren otros problemas, como cuando el hospital compra más de lo que requiere. Si tú no entiendes tu uso del inventario y cuanto necesitas, compras mucho, o a veces los hospitales ofrecen una compra al ver un descuento (por volumen). Pero si no entiendes bien tu demanda compras más de lo que vas a usar, y se te vencen los productos y terminas por botarlos, lo mismo que pasa con una leche mala. Otro inconveniente que se da corresponde a las llamadas consignas.
- ¿Qué son las consignas?
- Las consignas son cuando los hospitales te dicen, estos productos son de alto valor, yo no los quiero comprar, yo quiero que me los pongas aquí, y cuando yo los use te los pago. Yo le pongo el inventario, un anaquel con mis productos y el hospital me dice que me los irá pagando en la medida que los vaya usando. Por ejemplo, cuando use un marcapaso o un stent. El problema es que estos pagos se dan muchos meses después, y además ocurre que los productos se pueden vencer en el período de consigna. Yo creo que este mecanismo es difícil de usar. Imagínate tener consignas aquí en toda Latinoamérica y manejarlas, pensando en que son 15 o 20 mil hospitales.
Software de gestión
La compañía, además de proveer de una línea de diversos productos e insumos médicos a los hospitales, desarrolla y vende un innovador software de gestión hospitalaria.
- ¿En qué consiste el sistema?
- Se llama Solución de Gestión de Inventario CardinalHealth (CIMS, por sus siglas en inglés) y es especial para hospitales, para manejar el inventario y más para productos de alto costo. Permite administrar mejor los medicamentos e insumos en los centros hospitalarios, en aspectos como cantidad, caducidad, ubicación, etc. Está funcionando en EE.UU. y ahora lo estamos lanzando en Latinoamérica. La Fundación Cardioinfantil es la primera en tener este sistema.
- ¿Con sistemas como este se puede reducir el tiempo que no se utiliza en pacientes?
- Los médicos o enfermeros gastan en promedio entre un 20 a 30% del tiempo en buscar productos, revisarlos, documentarlos, etc. y este tiempo deberían estarlo usando en el cuidado de pacientes. Para eso lo traemos, para que los profesionales de la salud puedan destinar tiempo en los pacientes, y no para que hagan cadena de abastecimiento.
- ¿Qué se debería hacer para que más sistemas de este tipo se instalen en los hospitales?
- Depende de que ellos reconozcan que hay un problema, sí, tengo un problema en la cadena de abastecimiento de suministro, estoy botando mucho dinero, por eso uno les muestra la herramienta a los hospitales, que en definitiva, tienen que saber que cosas tienen y si las tendrán en el momento adecuado, para así estar listos y dedicarse a otras prioridades.
-¿Y hay interés por adquirir estas soluciones?
- Por más buena que se la herramienta, existe una inversión inicial, ya que se compra y muchas veces surge el problema del presupuesto de los hospitales, sumado a la desconfianza. En Latinoamérica es común que haya esa desconfianza con los proveedores. Yo creo que ha sido culpa de nosotros mismos, de prometer y no cumplir. Por eso creo que nosotros como industria tenemos que pensar en cómo ayudamos a los hospitales a tomar esa decisión (de invertir en estas herramientas), a lo mejor diciendo sabes, yo te instalo esto y no me lo pagas sino hasta que vea el resultado. Hay que ver como lo podemos hacer atractivo y documentar lo suficiente para que los hospitales digan sí y convencerlos de que son las soluciones adecuadas. Lo bueno es que el costo del sistema es anual y a los 3 meses de implementarse se paga (el hospital recupera el gasto), ya que recuperan capital, productos antes de que venzan y productos no facturados.
