Por Ruth Rodríguez, para Excélsior.
De claroscuros, así fue la celebración del Día Mundial contra el Cáncer en nuestro país. ¿Por qué lo digo? Porque tras muchos años de lucha, de directivos del Instituto Nacional de Cancerología y de organizaciones civiles, finalmente se logró que la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda les diera 35 millones de pesos (US$ 1,8 millones)para realizar el Registro Nacional de Cáncer.
Lo malo es que no destinaron presupuesto para el Plan Nacional contra el Cáncer, para el cual se pedían mil 500 millones de pesos (US$ 26,2 millones) en su primera etapa. Y que además se redujeron en hasta un 40% los recursos para programas destinados a apoyar a mujeres con esta enfermedad.
Entre los programas que registraron recortes se encuentran algunos relacionados con la atención de mujeres con cáncer de ovario, de endometrio, de pulmón y cervicouterino.
Para el movimiento de organizaciones civiles Juntos contra el Cáncer, la austeridad no debe ser pretexto para dejar sin tratamiento a las personas con cáncer.
Y eso que no fueron los únicos temas que generaron inquietud en el contexto de la conmemoración, pues también surgieron dudas sobre qué pasará con la atención de los enfermos de cáncer con la transición de los recursos del Seguro Popular al IMSS Bienestar.
Porque hasta la fecha, el Fondo de Gastos Catastróficos del Seguro Popular sólo protege a la población de 20 tipos de cáncer. De tal suerte que aún faltan por cubrir más de 60 tipos, por lo que se esperaba que en este sexenio se lograra ampliar dicha cobertura.
Al respecto, por cierto, vale la pena echarle un ojo al artículo titulado Salud: Focos Rojos, que escribieron Julio Frenk, exsecretario de Salud y creador del Seguro Popular, y Octavio Gómez Dantés, del Instituto Nacional de Salud Pública, para la revista Nexos.
Decía que fue un día de claroscuros porque también hay buenas noticias. Por ejemplo, en materia de avances en la atención del cáncer.
Desde hace tres años, a través de Roche, se cuenta con tres tipos de pruebas genómicas de tumores malignos sólidos, hematológicos, así como biopsia líquida que realiza Foundation Medicine que ayudan a los médicos oncólogos y hematólogos a seleccionar tratamientos “personalizados y de precisión” a cada paciente con cáncer.
Por el momento, éstas ya son aceptadas por las diferentes aseguradoras privadas del país; y esperemos que pronto el sector público de salud las tenga.
Otro avance es el que realiza la empresa Sohin, que ofrece servicios de asesoría, diagnóstico, trámites, envío de medicamentos y acompañamiento sicológico personalizado a pacientes con enfermedades crónico-degenerativas, entre ellas, cáncer. Es un modelo de acompañamiento único en México y actualmente tiene 18 mil pacientes activos. Modelo que consideran podría ser replicado en el sector salud público.
Abatelenguas
Una de las vacunas que integra la Cartilla Nacional de Vacunación desde finales de la década de los 90 cambiará. Se trata de la vacuna pentavalente que protege contra difteria, tétanos, influenza tipo B, tosferina y poliomielitis, que es aplicada en cuatro dosis: 2-4-6 y 18 meses de edad.
Ahora será reemplazada por un nuevo inmunológico llamado hexavalente 6 en 1, que incluirá, además de la protección de las cinco infecciones, la protección contra la hepatitis B.
Ambas vacunas son producidas por Sanofi Pasteur. Alejandrina Malacara, directora médica del laboratorio francés, estima que para 2020 sólo se aplique la hexavalente, pues, actualmente, hay algunos estados que todavía cuentan con la pentavalente.
Bajo el microscopio
Es de notar que mientras a nivel federal se cancelan recursos para estancias infantiles, en la Alcaldía de Coyoacán, que dirige Manuel Negrete, reabrieron un CENDI que resultó dañado por el sismo del año pasado. Sin duda, un acierto del área educativa al apostarle a los niños y a su bienestar. Enhorabuena.