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Meryl Streep, una “bruja que” busca el Óscar
Martes, Enero 27, 2015 - 07:19

Con 65 años y una carrera de ensueño, la actriz Meryl Streep se ha convertido en la actriz que mayor número de candidaturas a los Óscar ha tenido en la historia del cine, diecinueve, pero esta “bruja” de "“Into the Woods"”, es en su vida personal una mujer resuelta y con carácter...

Meryl Streep ha sido nominada por decimonovena vez para la obtención de un premio Óscar, en esta ocasión como actriz de reparto haciendo de bruja en el filme “"Into the Woods”", pero en su vida personal es una mujer muy celosa de su intimidad.

Su matrimonio con Don Gummer, que dura más de 36 años, es uno de los más duraderos de Hollywood y hace unos años comentaba a la revista Parade Magazine: “"creo que el secreto está en tener una pareja que entiende y comparte lo que aprecias en la vida".

Dos hijas que le siguen los pasos

Efectivamente  su esposo es también artista, concretamente escultor, nacido en Louisville (EE. UU.) y que conoció a Meryl en 1978 cuando les presentó el hermano de artista y en septiembre de ese mismo año se casaron.


 
La pareja tienen cuatro hijos Henry Wolfe, Mamie,  Grace y Louisa. De las cuales dos hijas siguen los pasos  de su progenitora. Mamie, de 31 años, está casada desde 2011 con el actor Ben Walker y ha trabajado para el cine en filmes como “"The Ward”" (2010),  “"Twelve Thirty"” (2011), o  “"La Salvavidas"” (2013); Grace de 28, hizo su debut en "“The House of the Spirits"” en 1993, y  ha trabajado para televisión en varias series como "“American Horror Story"” o en "“Freak Show”". Por su parte Henry es también artista y se dedica a la música.

Pero antes de formar esta familia ideal la actriz también pasó por un particular calvario, ya que fue novia del actor  John Cazale, 14 años mayor que ella y se fue a vivir con él a Nueva York, incluso estuvieron prometidos, pero a él le diagnosticaron un cáncer óseo y Meryl dejó su prometedora carrera para permanecer a su lado hasta que falleció en marzo de 1978.  

Un detalle que demuestra el carácter personal que tiene la esta mujer, la que más nominaciones al Óscar posee, porque esta decisión de dejarlo todo por una causa también la mantuvo cuando fue madre y se dedicó unos años a sus hijos dejando en la puerta de su casa a toda la industria de Hollywood.

Fue el año 1979 uno de los más importantes para la “bruja” Streep, dado que en esa fecha consiguió un Óscar como actriz de reparto, un Globo de Oro, ambos por su trabajo en "“Kramer contra Kramer”", y además nació su hijo mayor, Henry.

Con la lección de la fama aprendida, no es de extrañar que cuando nació su segundo vástago, Mamie, la familia decidió trasladarse a un rancho en la costa este de los Estados Unidos para preservar a los niños del acoso mediático que ya comenzaba a padecer Meryl y tener una vida familiar de lo más normal.

De hecho, Meryl suele rodar solamente una película al año, y habitualmente en la época veraniega, con la intención de poder pasar el mayor tiempo posible con los suyos.

El éxito profesional

Ahora, tras la nominación como mejor actriz de reparto, la decimonovena de su amplia carrera, la actriz puede presumir de ser una de las grandes de Hollywood con -de momento- tres estatuillas, dos como mejor actriz por “"Sophie's Choice"” (1982) y "“The Iron Lady"” (2011), una como actriz de reparto por "“Kramer vs. Kramer"” (1979).

Pero también ha obtenido el Globo de Oro en ocho ocasiones, tres como mejor actriz dramática por "“The French Lieutenant's Woman"” (1982),  "“Sophie's Choice"” (1982) y “"The Iron Lady”" (2011); dos como mejor intérprete de comedia o musical por su intervención en “"The Devil Wears Prada”" (2007) y "“Julie & Julia”" (2010); otras dos como actriz de reparto, “"Kramer vs. Kramer”" (1979) y  “"Adaptation”" (2002); y el último como artista femenina principal de miniserie o telefilme por  “"Angels in America”" (2003).

Además, Meryl ha conseguido dos premios BAFTA, dos Emmy y galardones en varios prestigiosos festivales como el de Cannes (Francia), un César del cine francés honorífico a toda su carrera y  dos galardones de la Crítica Cinematográfica.

Pero la artista también podría haber destacado en otra faceta que desarrolla su hijo: la música. De hecho estudió canto a los 13 años, aunque lo dejó, por eso no es de extrañar que, con motivo de la presentación del filme por el que está nominada, “"Into the Woods"”, declaró: “"Me gustaría tener dos cabezas una como actriz y otra como cantante. La música siempre me ha gustado. Esta es mi película preferida, no porque sea la última, sino porque cuando te apoya una orquesta de 64 instrumentos te sientes acompañada"”.

Sobre su papel de bruja, que ya había rechazado cuando cumplió los 40 años, declaraba a la revista “Fotogramas”: "“En su momento me dolió la idea de que una mujer, por haber superado los 40 años, fuera tachada de bruja. Me alegraba que me siguieran ofreciendo papeles, pero no era esa la idea que quería perpetuar. Pero el planteamiento en este filme es brillante y compasivo. Más humano. Y tiene corazón. Lo que quiere esta bruja es dejar de ser fea para ganarse el amor de su hija"”.

Sea como fuere, esta mujer descendiente de una familia de judíos sefarditas, hija de una diseñadora gráfica y de un alto ejecutivo, que se estrenó en la escena a los 8 años, estudiante de la Universidad de Yale y que confesó que su primer papel en "La señorita Julia" de Strindberg, la motivó para hacer esta carrera, ha pasado a la historia de la interpretación con letras mayúsculas.

* Reportaje EFE

Autores

Mireia Sicilia