Por 500 años la ciencia médica ignoró su estatus de “órgano” con estructura propia y continua. Antes era considerado solo un repliegue de tejido dentro del sistema digestivo.
El Espectador. A comienzos del siglo XVI, Leonardo da Vinci mencionó por primera vez esta parte del cuerpo en uno de sus escritos sobre anatomía humana. Sin embargo, la ciencia médica lo menospreció hasta ahora, considerándolo apenas un repliegue de tejido, una estructura compuesta por partes separadas que formaban una especie de apéndice sin relevancia médica.
Desde 2011 un equipo médico de Irlanda estudió la entraña, que hace de conexión entre los intestinos y el abdomen. Gracias a la evidencia recogida, un artículo de la prestigiosa revista sobre salud The Lancet de Gastroenterología y Hepatología, firmado por Coffey y su colega Peter O‘Leary, elevó el martes 3 de diciembre al estatus de “órgano” al mesenterio.
El nuevo miembro descubierto es un doble pliegue de la membrana que cubre la mayoría de partes del abdomen, el peritoneo. J. Calvin Coffey, líder de la investigación, afirmó que “la descripción anatómica que se estableció hace unos 100 años era incorrecta. Este órgano está lejos de ser fragmentario; es una estructura simple, continua y única".
A pesar de que el funcionamiento del sistema digestivo no cambia, Coffey asegura que el descubrimiento abre la puerta a una nueva disciplina de estudio dentro de la ciencia médica, con la posibilidad de categorizar enfermedades digestivas relacionadas con el mesenterio, el cual proporciona sostén e irriga las vísceras abdominales.
Entretanto, los manuales de medicina internacionales contemplan el hecho de incluir al mesenterio con su nuevo estatus, mientras que uno de los libros de referencia más importante de esta ciencia, el Anatomía de Gray, ya actualizó su listado de órganos con el nuevo hallazgo.