Las “metodologías ágiles” utilizan equipos auto organizados y multidisciplinarios, lo que permite la interacción de diferentes miradas y opiniones frente a un misma situación o problemática, enriqueciendo los procesos y/o productos finales.
La transformación digital, junto con demandar nuevos especialistas en el campo de las tecnologías, está empujando a que las organizaciones en general pongan el acento en la innovación y se replanteen sus productos, procesos, costos y estrategias para satisfacer de mejor manera las necesidades de sus clientes, lo que implica- además- modificaciones en su cultura corporativa.
Este escenario, cada vez más incierto, competitivo y complejo, también está afectando desde hace un tiempo la forma en que los diversos proyectos, en especial los relacionados con el mundo del software, se llevan a cabo al interior de las compañías.
“Y es en relación con esto último que surge el concepto de Agile, para designar a un conjunto de metodologías orientadas a garantizar entregas continuas y rápidas dentro de un proyecto, el cual es dividido en partes para así acelerar su implementación y hacer más fáciles las correcciones al interior de ellas”, explica Pablo Neumann, socio gerente de la consultora IT Hunter, líder en la búsqueda y selección de talentos TIC.
En este sentido, menciona tres tipos de métodos ágiles que son los más usados o conocidos en el mundo. Se trata de las modalidades:
- SCRUM. Se centra su foco en la colaboración y en reducir los riesgos en la ejecución de un proyecto de software, para lograr una alta calidad y rendimiento, manteniendo informado al cliente sobre los avances obtenidos.
- Extreme Programming: Es ideal para equipos con un bajo número de programadores y en donde se requiere de una rápida programación y de una simplificación de los procedimientos habituales
- Lean Programming. Apunta a desarrollar un software de acuerdo a las necesidades específicas de un cliente, como un verdadero traje a la medida.
El ejecutivo resalta que, en general, las “metodologías ágiles” utilizan equipos auto organizados y multidisciplinarios, lo que permite la interacción de diferentes miradas y opiniones frente a un misma situación o problemática, enriqueciendo los procesos y/o productos finales. La comunicación al interior de tales equipos debe ser permanente, fluida y clara, con el fin que cada integrante sepa en qué estado de avance está el trabajo del resto de los miembros.
Neumann destaca que los principales beneficios de lo anterior son, por un lado, una mayor motivación y compromiso de los integrantes y, por otro, una mayor eficacia, flexibilidad, productividad y, a la larga, una baja en los costos, lo que contribuye a que la organización sea más competitiva y a que entregue lo que el mercado realmente necesita en materia de productos y/o servicios. Esto, a la vez, se traducirá en una mejor relación con los clientes en el largo plazo.
Los perfiles TI que más las usan
Neumann comenta que en la actualidad es cada vez más frecuente que las empresas exijan a los profesionales tecnológicos contar con alguna certificación en metodologías ágiles, sobre todo si están postulando a un cargo vinculado con el área de software o de gestión de proyectos. Además de esto, señala que dichos talentos deben tener habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y colaboración.
Dentro de los perfiles “tech” donde más se demanda cumplir con este tipo de requisitos, se encuentran los siguientes:
- Jefe de Proyecto. En el marco de trabajo Agile, este cargo actúa como un Scrum Master, es decir, como el líder preocupado de crear una cultura de alta colaboración, empoderamiento del equipo, alta visibilidad y responsabilidad. En otras palabras, orquesta y se adueña del proceso.
- Analista de Negocio. A través de historias de usuarios, esta posición apoya a estructurar, priorizar y gestionar el trabajo a realizar en cada iteración. Se desempeña como facilitador entre el negocio y el equipo de desarrollo.
- Analista de QA. En el formato Agile, forma parte del equipo desde el primer día y privilegia el uso de herramientas automatizadas de testing,
- Desarrollador. Se involucra desde el inicio, apoyando la estimación de cada historia, identificación de dependencias y la planificación del lanzamiento inicial.
- Arquitecto. En el modo Agile, se responsabiliza del valor para el negocio, es decir, va más allá de solo diseñar. En este sentido, trabaja cerca del usuario para entender sus necesidades y diseñar una solución que se ajuste a ellas.