De las más de 300.000 personas dedicadas al área en el país, 170.193 son personal de enfermería general.
En México, la enfermería en México ha dejado de ser una profesión que sólo requiere una formación técnica. En el país hay 170.593 profesionales de enfermería con licenciatura. Esto es casi la mitad del total.
El país cuenta con 352.139 enfermeras y enfermeros en clínicas y hospitales públicos y privados, según cifras de la Secretaría de Salud de 2016. La mayor cantidad de enfermeros se concentra en el sector público: 309.641 trabajan en clínicas y hospitales del Estado. Los 42.498 restantes trabajan en el sector privado.
De las más de 300.000 personas dedicadas a la enfermería en México, 170.193 son personal de enfermería general. Sólo el 11 % (38.926) tienen una especialidad. La mayoría del ellos trabajan en el sector público: 33.731. Casi mitad la mitad de estos 33.000, 15.529 corresponde el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Otros 28.173 son pasantes y los restantes 113.907 son auxiliares de enfermería.
Más que cuidado personalizado
“La enfermería ya no sólo se encarga del cuidado personalizado del paciente. Hablamos de una atención integral que incluye la educación en salud para el enfermo y sus familiares. Una enfermera sabe detectar riesgos para la salud, promocionar mejor salud, brindar cuidados básicos y rehabilitación del paciente”, explica Julia Echeverría, titular de la División de Programas de Enfermería del IMSS.
Mónica (nombre ficticio para conservar el anonimato) es de Puebla y estudió enfermería porque desde pequeña vio el trabajo de sus tías. Lo que realmente la llevó a elegir la profesión de enfermera fue el amor al prójimo.
“Mi primer trabajo fue en el Hospital Puebla (privado). Comencé en el turno de la mañana de 7 de la mañana a 3 de la tarde. Cada tres días trabajaba de 8:30 de la noche a 9 de la mañana”, platica Mónica.
Todos los días hacía un recorrido de hora y media de su casa al Hospital Puebla. Las políticas de la empresa le obligaban a llegar vestida de civil y entrar por la puerta trasera. No podían ingresar por las entradas principales.
“Ganaba mensualmente unos 6.500 pesos y esto incluía los vales de despensa que nos daban una vez al mes”, comenta.
Desde hace dos años Mónica trabaja en el sector público. Trabajó en el Hospital de San José del IMSS en Puebla y el mes pasado, consiguió cambiarse al Hospital de General de Zona número 20. Ahora gana el doble: 13.000 pesos mensuales.
Mayores salarios con especialización
Una especialización permite a las enfermeras ganar sueldos más elevados, al menos en el sector público. Los hospitales privados no suelen remunerar bien a este personal de enfermería más cualificado. Sólo el 13.3 por ciento (5 mil 195) de los 38 mil 926 profesionales con especialidad está en el sector privado.
“Fuera de las instituciones públicas, la especialidad no está valorada. Para una enfermera con especialidad en nefrología, trabajar en un hospital privado es una actividad que se hace por amor al arte”, comenta Alejandra García, coordinadora regional de la zona occidente de la Asociación Mexicana de Enfermeras Nefrólogas (Amenac AC).
En el sector privado, el personal de enfermería especializado en nefrología percibe un sueldo mensual que oscila entre los 10 mil y 14 mil pesos. En los hospitales públicos estos profesionales llegan a ganar hasta los 24 mil pesos al mes.
Agresiones de pacientes o familiares
Aunque casi no se cuenta, las enfermeras y enfermeros no siempre reciben un trato digno por parte del paciente. “Muchas veces nos agreden los pacientes o familiares. Lo que más escuchamos es la famosa frase ‘por mí tragas. Con los impuestos que me quitan yo te mantengo’”, cuenta Mónica.
A título personal, Julia Echeverría considera que falta reconocimiento de pacientes, familiares y autoridades a la labor del personal de enfermería. “Si una cirugía sale bien, el mérito es para otro profesionista. Si en una cirugía hay una adversidad suele ser por falta de enfermeros. La enfermería juega un rol importante en la sociedad, debe estar posicionada en un nivel más alto de reconocimiento”.
Las enfermedades han ido cambiando y los médicos requieren personal de enfermería especializado en distintas áreas. Las especialidades se estudian en universidades o centros avalados por instituciones de educación superior y duran alrededor de 10 meses.
Capacitación
El IMSS cuenta con 7 escuelas de enfermerías incorporadas a la UNAM y al IPN y ofrece la oportunidad a su personal de enfermería general para especializarse sin ningún costo. Si bien concede mil becas al año la demanda es bastante más elevado: 1.500.
Las clínicas Sanefro de los laboratorios Pisa han implementado un modelo educativo en colaboración con distintas universidades públicas y privadas para el personal de enfermería. Antes de que los enfermeros atiendan a un paciente renal en Sanefro, reciben una capacitación que dura seis meses. El grupo también ofrece cursos especializados en nefrología gratuitos para enfermeros de hospitales públicos y privados.
“En junio capacitamos aproximadamente a 145 enfermeras en la atención a pacientes que reciben hemodiálisis. Para este curso, el Colegio Jalisciense de Nefrología les entregó a los alumnos una constancia con valor curricular”, detalla Jonathan Velasco, coordinador de enfermería de Grupo Pisa.
El próximo 6 y 7 de octubre de este año Grupo Pisa y Amenac AC impartirán el curso Urgencia Intradiálisis. La capacitación es gratuita y está certificada por dos años por el Emergency Care & Safety Institute y avalado por el American College of Emergency Physicians.
Déficit de especialización en nefrología
Un buen ejemplo del déficit de personal de enfermería especializado es el área de nefrología, la rama de la medicina que se encarga del cuidado de la salud renal. La Asociación Mexicana de Enfermeras Nefrólogas (Amenac AC) estima que en todo el país, apenas hay alrededor de 130 de profesionales de enfermería con la especialidad de nefrología.
Los enfermeros especializados en nefrología no solo deben tener capacitación técnica para tareas como el manejo del acceso vascular y de la diálisis peritoneal sino también amplios conocimientos sobre nutrición, psiquiatría, anatomía y fisiología renal.
En Jalisco sólo hay 20 enfermeras nefrólogas, de acuerdo con la Amenac. En marzo de este año, la dirección general de hospitales civiles de Guadalajara informó que se estima que en la entidad 800 mil personas padecen algún grado de insuficiencia renal.
“Se requiere un enfermero especialista por cada tres pacientes renales que se atienden en un hospital. Sin embargo, a veces sólo hay uno”, indica Alejandra García, coordinadora regional de la zona occidente de Amenac AC.
En muchos hospitales públicos y privados, apunta García, las enfermeras se capacitan en nefrología con un manual, pero esto no sustituye los conocimientos que se adquieren en la especialidad. “Aprenden lo básico de la atención clínica que deben proporcionar. Sin embargo, desconocen cómo podrían mejorar la calidad de vida del paciente”.