Expertos y representantes de la sociedad civil concluyen que al término del sexenio las instituciones no atenderán las causas que más enferman y matan a los mexicanos
Excelsior. El Sistema Nacional de Salud Universal para los mexicanos que, según el propio Programa Nacional de Salud 2013-2018, debería traducirse en que un mexicano cuente con el derecho de la protección a la salud, por su condición de ciudadano y no por su situación laboral, se redujo a un intercambio de servicios entre instituciones que no atenderá todas las causas que más enferman y matan a los mexicanos.
Así lo concluyeron expertos y representantes de la sociedad civil consultados por Excélsior, quienes plantearon que el intercambio de servicios que arrancará este mismo año representa una oferta que no significa ni siquiera el primer paso de la universalización.
“José Narro Robles (secretario de Salud) llegó como bombero a echar a andar un esquema para que el presidente Enrique Peña Nieto termine el sexenio diciendo que algo se hizo en materia de universalidad”, afirmó Gustavo Leal, profesor-investigador de tiempo completo de la Universidad Nacional Autónoma Metropolitana (UAM).
Lo que se ha explicado es que el intercambio de servicios, derivado del “Acuerdo Nacional hacia la Universalización de los Servicios de Salud”, firmado por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto el pasado 7 de abril, en la ceremonia del Día Mundial de la Salud, implica aprovechar al máximo la infraestructura subutilizada que tienen en conjunto la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el ISSSTE, de acuerdo con las necesidades y capacidades de cada entidad.
“Qué es esto, si el IMSS tiene en el Centro Médico de Occidente en Guadalajara un servicio de hemodinamia que está desocupado en las tardes de sábados y domingos, entonces el delegado del IMSS le va a decir al delgado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y al secretario de Salud de Jalisco ‘oye fíjate que tengo el servicio de hemodinamia desocupado, tengo el personal, te lo ofrezco para tus pacientes y me vas a pagar tanto’”, explicó Gabriel O’Shea Cuevas, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), quien destacó que para ello las tres instituciones de salud se han estado poniendo de acuerdo en las tarifas de los servicios médicos a intercambiar en los últimos tres años.
No se pueden universalizar las carencias
Para Gustavo Leal, profesor-investigador de la UAM, antes que hacer esto se tendrían que atender las carencias del sector salud.
“El sector está desfinanciado desde hace 30 años; ha habido procesos de subrogación sistemáticos, uso de recursos públicos para fines privados sin que eso mejore la situación de instituciones públicas, una enorme cantidad de trabajadores que están contratados de manera temporal, pueden ser 160 mil casos en el caso del Seguro Popular y los salarios de trabajadores de las tres instituciones están lejos de captar el esfuerzo que hacen para trabajar en las condiciones en que están trabajando, sin insumos y con desabasto”, enumeró el investigador de la UAM.
Y son justo estas carencias las que originan el descontento de los trabajadores de salud cuando oyen hablar de universalización o intercambio de servicios, aseguró Ramón Lozano, químico del Hospital General de la Raza.
El trabajador del sector salud manifestó que detrás del intercambio de servicios, el personal de salud sólo ve más demanda con menos recursos, sin que eso siquiera se traduzca en un beneficio real para los pacientes. Encima, reprochó el hecho de que a los trabajadores nadie los ha tomado en cuenta en este tema.
Tan sólo en el área de laboratorios donde él trabaja, el químico evidenció que existe un desabasto de pruebas tan básicas como la de VIH/Sida y proteína C-reactiva, que se utiliza para identificar inflamaciones o infecciones en el organismo.
En medio de denuncias como la que hace Ramón Lozano, este año el área de salud resultó una de las más golpeadas por el recorte presupuestal. Al Seguro Popular se le quitaron alrededor de $6.500 millones de pesos mexicanos (US$ 355 millones).
Inequidad
Hoy todos los días casi un millón de mexicanos se atiende en alguna de las instituciones públicas de salud, IMSS, ISSSTE o en la Secretaría de Salud, pero todas les ofrecen distintos niveles de cobertura y precios, y en consecuencia, resultados desiguales.
Y no sólo eso, la protección del derecho a la salud también varía de acuerdo con el lugar donde se nazca. Tan es así que tan sólo por nacer en Nuevo León, por ejemplo, un niño tendrá el doble de esperanza de vida durante su primer año, en comparación con
un niño nacido en Puebla.
Al respecto, Laura Flamand, profesora investigadora del Colegio de México, consideró que el anunciado intercambio de servicios no representa ni siquiera un esfuerzo por caminar hacia la universalización, porque eso significaría comenzar por eliminar las inequidades que hay entre los propios subsistemas.
“Habrá avances en 10% de las intervenciones”
Gabriel O’Shea Cuevas, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), reconoció que al término del sexenio del presidente Peña Nieto apenas se podrá haber avanzado en un intercambio de servicios de 10% de las intervenciones entre el IMSS, ISSSTE y el Seguro Popular, y sólo donde se tengan las capacidades para realizarlo.
En entrevista, O´Shea Cuevas señaló que de entrada no se tiene la capacidad para intercambiar, por ejemplo, servicios de urgencia en donde hay saturación de pacientes, y tampoco consultas de alta especialidad.
El mismo O´Shea aseguró a Excélsior en abril de 2014 que ya se trabajaba para alcanzar la portabilidad, es decir, la posibilidad de que cada paciente pudiera elegir la institución que más le conviniera. Ahora, dijo, no será posible al menos este sexenio.
“Todo esto sin dinero no se puede hacer. No hay presupuesto, ahí están los recortes, la situación es un problema mundial, no sólo es un problema de México, y entonces hemos iniciado este proceso hacia el Sistema Universal a través del intercambio de servicios porque es el más accesible y el que podemos hacer ya, después comenzaremos a meter más intervenciones y se pasará entonces a la portabilidad”, indicó.
Antes, aclaró, “se necesita más infraestructura, equipar los centros del primer nivel de atención donde podrían resolverse 80% de las causas que enferman a un mexicano y sustituir la infraestructura que ya es obsoleta.