Los especialistas sugieren realizar pruebas en colegios para detectar de manera temprana la enfermedad.
Laura Toribio, Excélsior. En México al menos 590 niños necesitan de un trasplante de riñón. Cada tercer día, por ejemplo, al Instituto Nacional de Pediatría llega un nuevo niño aquejado con enfermedad renal crónica. Muchos son infantes que llegan en etapas tardías, prácticamente terminales a ser atendidos, por lo que requieren de tratamientos sustitutivos de la función de sus riñones o de un trasplante.
Tan sólo en el Instituto Nacional de Pediatría a diario seis menores de edad reciben diálisis, mientras que 30 esperan un riñón. Mientras tanto en el Instituto Mexicano del Seguro Social, hay 500 niños ya en la lista de espera para recibir un trasplante y en el Hospital Infantil de México el número asciende a 60.
Es decir que en sólo estas tres instituciones, 590 niños requieren de un riñón.
Ante este escenario, en el Día Mundial del Riñón que este año se centra en los niños con enfermedad renal, representantes de instituciones públicas y privadas, así como de organizaciones de la sociedad civil se pronunciaron por una detección oportuna de la enfermedad renal en niños, mediante visitas a escuelas en las que se realicen pruebas del funcionamiento renal.
El padecimiento puede detectarse a través de pruebas como un examen de orina para verificar que no haya rastros de proteína o un examen de sangre para medir el nivel de creatinina.
Esto, tomando en cuenta que en sus primeras etapas la enfermedad renal no muestra síntomas, y una persona puede perder hasta 90% de su función renal antes de mostrar algún signo.
“Lo que tenemos que hacer es encontrar a estos niños en las escuelas, aquellos que empiezan a tener manifestaciones de un problema renal, porque si los detectamos en etapas iniciales vamos a reducir la necesidad de órganos, de que tengan que recibir un trasplante”, dijo José Alberto García Aranda, director general del Hospital Infantil de México.
Se estima que 700 niños son diagnosticados con enfermedad renal crónica por cada millón de habitantes. Sin embargo, no se sabe la incidencia real en el país.
Si bien las malformaciones congénitas son una de las principales causas del desarrollo de la enfermedad renal en niños, la obesidad y diabetes comienzan a tener un impacto.
Al respecto Alfonso Yamamoto Nagano, titular de la División de Donación y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células del IMSS, detalló que los 500 niños que requieren un trasplante en la institución se encuentran fundamentalmente entre 8 y 18 años.
La enfermedad renal es un padecimiento crónico e irreversible que afecta el funcionamiento de los riñones para filtrar la sangre.