Este seguro, que atiende a la población más vulnerable y que enfrenta las mayores carencias, atiende 1.600 enfermedades y suministra más de 600 medicamentos.
A propósito de la entrega de dos obras en Acapulco, Guerrero, que se inscriben como parte de su “política de justicia social”, el presidente Enrique Peña Nieto destacó lo que consideró son avances del gobierno federal en materia de salud.
Al inaugurar el Hospital General del puerto y hacer entrega formal del Proyecto de Saneamiento de las zonas marginadas del valle de la Sabana, anunció la ampliación del catálogo de atenciones médicas que ofrece el Seguro Popular para prestar también los servicios de tratamiento del cáncer de esófago, que ocupa el sexto lugar de causa de muerte en México, y de trasplantes de hígado, corazón y pulmón.
“Y los trasplantes, el de hígado, corazón y pulmón, que se incorporan al catálogo de prestaciones médicas del Seguro Popular, esto le va a permitir a la población que recibe este beneficio el que hubiese tenido que pagar, cuando tuviera estos recursos, que difícilmente los hubiera tenido, pero un trasplante de hígado, pulmón o de corazón cuesta normalmente, dentro del ámbito privado, entre 2 y 4 millones de pesos (US$ 107.000 y US$ 214.000)”, mencionó.
El Seguro Popular, que atiende a la población más vulnerable y que enfrenta las mayores carencias, precisó, atiende 1.600 enfermedades y suministra más de 600 medicamentos.
A decir del mandatario mexicano, la ampliación de prestaciones médicas es posible porque en su administración se han cuidado de manera responsable las finanzas del sector salud, lo que ha permitido también pasar de números rojos a negros en las instituciones públicas como el Seguro Social.
“A estas alturas de la administración, esto es de lo que hoy podemos informar. Y debemos sentirnos realmente orgullosos de los avances que como nación hemos tenido en distintos ámbitos”, precisó.
Luego de anunciar que en la recta final del sexenio los integrantes de su gobierno seguirán “trabajando a tambor batiente”, sobre todo en la implementación de las reformas estructurales “que sé que para muchos a veces pasan desapercibidas o no terminan de entender el impacto que han tenido”.
Reprochó que la ciudadanía se olvide de los beneficios que ya son realidad en el país como resultado de los cambios estructurales en materia de telecomunicaciones, energética y educativa.