En el país, cerca de 60.000 personas mueren por complicaciones derivadas de la Insuficiencia Renal Crónica.
Según la Secretaría de Salud, a través de la Red Estratégica de Servicios de Salud contra la Enfermedad Renal Crónica, en México más de 7,5 millones de mexicanos padecen enfermedad renal; de ellos, se estima que cerca de 300,000 viven con Insuficiencia Renal en etapa Crónica (IRC), en la cual requieren hemodiálisis para suplir la función de los riñones, “en esta población la prevalencia de hepatitis C es de hasta 10%, además existe riesgo de enfermedad hepática crónica, complicaciones en el trasplante renal y muerte”, alertó el doctor Nahum Méndez-Sánchez, expresidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado.
El especialista explicó que “la enfermedad renal se presenta cuando los riñones dejan de cumplir su función y, al ser crónica y asintomática, puede manifestarse hasta el último estadio, es decir, la Insuficiencia Renal Crónica, que es cuando ya hay fallo grave”.
En el país, cerca de 60.000 personas mueren por complicaciones derivadas de la IRC. El especialista señaló que se debe atender la hepatitis C oportunamente y aclaró: “El virus ha demostrado reducir la supervivencia en el trasplante renal, así como la supervivencia del injerto y constituye la cuarta causa de mortalidad (...) Lo más importante es que la sociedad sepa de las opciones, las utilice y prevenga la enfermedad”, aseguró el especialista.
Los tratamientos
“Por las características de la población mexicana somos muy lábiles para tener problemas metabólicos, diabetes, alteraciones como colesterol, triglicéridos, entre otros problemas, que al no controlarse, dan cabida a alteraciones del riñón” dijo Méndez-Sánchez. Explicó que, además de las cifras actuales, el “problema va a aumentar por el crecimiento de la población”.
Hoy la medicina es multidisciplinaria. Frente a un caso de hepatitis C sabemos que el virus es capaz de producir diferentes alteraciones, no solamente a nivel hígado sino de otros órganos; por ejemplo, la resistencia a la insulina, el principal mecanismo para el desarrollo de alteraciones en los niveles de azúcar y posteriormente diabetes. El virus también es capaz de alterar directamente la función del riñón.
Recordó que los problemas del hígado se encuentran dentro de las primeras cuatro causas de muerte en los mexicanos.
“Afortunadamente, en la actualidad contamos con tratamientos con eficacia de prácticamente 100% para la eliminación del virus de la hepatitis C. El reto es atender con un diagnóstico a tiempo para no llegar a complicaciones en otros órganos”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón, la diálisis permite filtrar la sangre para retirar los líquidos innecesarios y desechos del organismo que, a causa de la insuficiencia renal, el cuerpo no puede eliminar.
Los factores de riesgo asociados comunmente con el virus de hepatitis C (VHC) en pacientes con hemodiálisis son la duración del tratamiento, transfusiones de sangre, cirugías, enfermedad hepática preexistente o uso de drogas intravenosas, detalló el también miembro de la Asociación Mexicana de Hepatología.
Explicó que el virus, desde el punto de vista estructural, puede adoptar diferentes formas, llamados genotipos; el más frecuentes en todo el mundo es el “1”, incluyendo a México. A su vez tiene dos subtipos 1A y 1B, siendo el 1B el más común para la región, por lo que la mayoría de los medicamentos se han enfocado a este genotipo, sin abandonar a los otros.
Son tratamientos de ocho, 12, o 24 semanas, dependiendo de qué tan crónico es el problema y de algún tratamiento previo, “hoy son tratamientos orales e incluso gente con una cirrosis pero que no tiene descompensación del hígado, puede ser tratada”.
La Asociación Europea para el Estudio del Hígado y el Comité Europeo de Medicamentos para uso Humano trabaja con el tratamiento oral AbbVie para la hepatitis C (ombitasvir/paritaprevir/ritonavir y dasabuvir), éste puede utilizarse en los diferentes estadios de la enfermedad renal, ya sea leve, moderada o severa, y no requiere ajuste de dosis.
Por su parte, el doctor José Luis Cañadas, director médico para AbbVie México, indicó que dicho tratamiento es utilizado en México y que se ha trabajado con las instituciones de salud públicas para lograr que hoy el tratamiento esté disponible en IMSS, ISSSTE y Seguro Popular, y destacó: “Desarrollamos esfuerzos con el fin de concientizar y promover en la población los riesgos de esta enfermedad, para una mejor prevención, detección y vinculación a la atención de la hepatitis C”.