El IMSS ha propuesto que los impuestos que se obtienen de productos dañinos se usen para financiar las mismas enfermedades que generan.
Una de las prioridades del nuevo gobierno es mejorar los servicios de salud que se ofrecen a los mexicanos y crear un sistema universal. Sin embargo, expertos dudan de la manera en que se financiará el sector salud, pues se ha dejado claro que no se subirán ni crearán impuestos.
Durante el foro Financiamiento del Sistema Único de Salud, organizado por El Economista, Luis Foncerrada, presidente de True Economic Talks, expuso que se tienen tres maneras de mejorar el financiamiento del sector: impuestos generales, aportaciones obrero-patronales y dinero que provenga del bolsillo de las personas.
“La pregunta es ver cuál de los tres o qué combinación de los mismos nos ayudan a tener un mejor sistema de salud (...) Si en esta administración, de todo lo que se propone, se lograra sólo el de salud sería un gran éxito y un paso fundamental en la historia del país”, dijo al participar en el panel “¿Cómo financiar el sistema único de salud?”.
Al respecto, Mauricio Hernández Ávila, director de prestaciones económicas y sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social, sugirió que los impuestos que se cobran a productos que dañan la salud se utilicen para financiar las enfermedades que generen.
Por ejemplo, una persona que fuma paga impuestos por cada cajetilla de cigarros, por lo que, si se enferma de cáncer pulmonar, se le debería brindar el servicio necesario, pero el actual sistema de salud no puede atender esta enfermedad.
“Ahí existe una oportunidad de hipotecar (etiquetar) ese impuesto hacia la salud. Otro caso es el impuesto a las bebidas azucaradas y a la comida chatarra, donde la recaudación que se obtenga de estos productos se destine para atender las enfermedades como la obesidad y diabetes”, explicó.
Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial, consideró que también se deben destinar recursos a la prevención de enfermedades para evitar costos adicionales en el futuro.
“La ruta de buscar más transparencia y acabar con la corrupción son pasos en la dirección correcta, pero también debemos voltear en paralelo y ver cómo podemos implementar políticas a la prevención que sean prácticas y medibles”, expresó.
César Cervantes Parra, director normativo de prospectiva y planeación institucional del ISSSTE, indicó que más de 1 millón de derechohabientes son diabéticos, lo que genera gastos por 5,000 millones de pesos.
“Es importante fortalecer el financiamiento del ISSSTE, si bien hemos generado ahorros en materia de medicamentos, el techo presupuestario tiene ciertas limitaciones que nos impiden mejorar la parte operativa”.
Necesaria, una reorganización
Miguel Ángel Navarro Quintero, presidente de la Comisión de Salud del Senado de la República, afirmó que, si bien el sistema de salud está en crisis, los problemas no se deben solucionar sólo incrementando impuestos, sino haciendo una reestructura de los gastos y hacerlos más eficientes.
“Sí hacen falta más recursos al sector, pero antes de incorporar más recursos, tenemos que reorganizarnos, si no, no va a funcionar. Debemos mejorar el gasto corriente y mejorar los sistemas estatales”, precisó.
Comentó que el problema se debe atender desde la lógica que hoy tiene el federalismo e incentivar a los estados a que mejoren sus ingresos para mejorar los servicios que dan en sus hospitales y clínicas.
Hernández Ávila consideró que el sistema de salud debe aspirar a tener un modelo de financiamiento como los que se tienen en países nórdicos, pero para ello es esencial inyectar mayores recursos a la salud.
“Lo países nórdicos tienen grupos de investigación dedicados expresamente a analizar cómo se ejerce el financiamiento a los servicios de salud y cómo van mejorando, lo cual es algo que nos hace falta en México”, expuso.
Los especialistas concluyeron que, actualmente, el financiamiento del país se encuentra fragmentado y es inoperante, por lo que, si deseamos tener un sistema único de salud, se deben seguir las mejores prácticas.
“La única manera en que vamos a poder estar a la altura de lo que necesita el país, en materia de salud, es una mejor colaboración entre el sector público y privado”, remarcó el representante del CCE.