La creciente resistencia a este tipo de medicamentos ha puesto en alarma a entidades de diferentes países, sobre todo después del descubrimiento de una "superbacteria" en Estados Unidos.
Xinhua. Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México recomendaron reducir dramáticamente el consumo de antibióticos para el tratamiento de infecciones no letales, como las respiratorias, ya que dentro de unos años las enfermedades infecciones resistentes a esos fármacos podrían ser una de las principales causas de muerte.
En un comunicado, difundido por la máxima casa de estudios, Rafael Peña Miller, del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM, señaló que si tomamos antibióticos nos sentiremos mejor y nos curaremos un par de día antes, pero con un efecto que no es terapéuticamente neutro, pues el tratamiento favorecerá la proliferación de bacterias resistentes.
Una de estos padecimientos es "la superbacteria" que recientemente fue descubierta en Estados Unidos.
"Cuando tengamos la necesidad de utilizar ese tipo de sustancias por una enfermedad que pone en riesgo nuestra vida, entonces podría ocurrir que ya no surtan efecto," explicó el científico.
Por su parte, Edmundo Calva, del Instituto de Biotecnología (IBt), opinó que en el caso de ese descubrimiento no debemos alarmarnos. "Las bacterias resistentes a antibióticos surgen todo el tiempo, por lo que se recomienda usar los antibióticos con precaución."
Hasta ahora no ha aparecido una bacteria resistente a "todo lo habido y por haber," siempre hemos tenido forma de combatir a las enfermedades, porque hay fármacos de diferentes generaciones, y continuamente se sintetizan nuevos antibióticos que nos permiten contender con nuevas formas de resistencia.
Hay científicos que hacen investigación, generan sustancias innovadoras y recomendaciones respecto a su uso, y "en principio debemos estar tranquilos."
No obstante, coincidió Calva, se debe disminuir el consumo de antibióticos para evitar seleccionar bacterias resistentes, y que en los centros hospitalarios los médicos estén preparados para que, en caso de que se presente una superbacteria, puedan hacer un antibiograma extenso, para saber qué sustancias tolera, y a cuáles es sensible.
La bacteria reportada en Estados Unidos se encontró en una paciente de 49 años que sufría de una infección en vías urinarias causada por una versión de Escherichia coli, con una mutación del gen mcr-1, que la hace inmune a la colistina, un antibiótico de "último recurso" que, por los daños tóxicos severos que provoca en los pacientes, sólo se aplica cuando todos los demás ya no funcionan.
Además de causar infecciones en vías urinarias, explicó Calva, E. coli es una bacteria enteropatógena que provoca enfermedad entérica o gastrointestinal, tiene diversas variedades que originan diversos cuadros clínicos.
Por fortuna, hasta el momento se cuenta con un amplio grupo de antibióticos, y si no funciona uno, se puede usar otro. "Pero no se debe olvidar que mientras se continúe con su utilización, la presión selectiva favorecerá a aquellos patógenos que tengan esa mutación," agregó el experto.