En el marco del 5° Foro de Calidad 2018, diferentes actores analizaron el sistema de salud del país y los desafíos futuros.
En un llamado para analizar los retos presentes y futuros para la salud en México, se llevó a cabo el 5° Foro de Calidad 2018, al cual se dieron cita autoridades de la Secretaría de Salud, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Asociación ALE, la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (ANAFAM) y la Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso (AFAMELA), así como médicos, especialistas e interesados en el tema.
La premisa durante el evento giró en torno al derecho de los mexicanos a la igualdad de oportunidades referentes a su salud. “México aún no cuenta con cobertura universal, con un sistema de seguridad que proteja a cada uno de los mexicanos, el no tenerlo agudiza las diferencias en oportunidades, estado de salud y acceso a la asistencia. Los retos hoy son mayores que en cualquier época reciente”, aseguró Carlos Castro, Presidente Ejecutivo de Asociación ALE I.A.P.
Actualmente México es el segundo país, perteneciente a la OCDE, con el mayor porcentaje en gasto de bolsillo, esto significa que hasta el 41% de los ingresos de los mexicanos son destinados para atender la salud.
Por ello, Castro aseguró que se tiene que fortalecer el concepto de que la salud es una inversión y no un gasto, “tenemos que ser más creativos para encontrar los mecanismos costo efectivos, relacionando siempre la innovación con productividad, propiciando la participación de los pacientes y sus familias, la comunidad médica y los responsables de las finanzas del país”.
Los especialistas coincidieron en que hoy se necesita de un sistema de salud innovador, preventivo y capaz de responder ante las enfermedades que aquejan a los mexicanos.
Entre ellas, se encuentran las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) como la diabetes, las enfermedades cardiacas y las cerebrovasculares, la cirrosis y el cáncer las cuales dominan el panorama de la mortalidad, particularmente entre los adultos mayores de 40 años, es decir, personas en etapa productiva. La probabilidad de morir entre los 30 y los 70 años debido a las cuatro ENT principales es del 16 por ciento.
Sobre la lectura de estas enfermedades, aseguraron que generan un gran impacto en las finanzas, pues éstas se detectan tardíamente cuando los pacientes requieren una atención hospitalaria prolongada. Hoy la atención de la diabetes consume hasta el 16% del gasto nacional dedicado a salud, por ejemplo.
Así, las enfermedades no transmisibles continúan representando un importante problema de salud pública en segmentos de la población con menor nivel socioeconómico o estilos de vida no saludables, y siguen siendo la principal demanda en las consultas externas. En este sentido, también resulta indispensable mejorar la atención médica, ya que 7 de cada 10 pacientes que acuden a consultas en el segundo nivel de atención, pudieron solucionarse en el primer contacto.
En el debate, los involucrados en temas de salud convinieron que es fundamental considerar el planteamiento de acciones específicas respecto a los costos por atención sanitaria derivados de una ECNT, ya que llegan a ser insostenibles por las familias provocando con ello la pérdida de su patrimonio derivado del gasto de bolsillo que implica, sin considerar el impacto en la productividad y el desarrollo del país.
“Cuando vemos que existen tratamientos costo efectivos y que no llegan a la población, detectamos que hay mucho por hacer y que además existen otros factores que no sólo tienen que ver con los sistemas de salud, sino con otras autoridades, que deben incluirse en el ecosistema”, agregó Castro.
Al hacer un análisis de lo que se debe priorizar en el gasto público en salud, el Dr. Diego Rosselli, presidente del Comité Ejecutivo e ISPOR Latin Amerinca Consortium, fue conciso “Hoy la salud cada vez es más costosa, porque ciertamente las poblaciones han crecido en número y vivimos más, además las soluciones ante distintos padecimientos, es decir los tratamientos, al ser innovadores y con mayor tecnología, se encarecen. Esto nos podría llevar a una mayor inequidad para los pacientes”, tema que debe estar presente en todas las agendas.
“Las decisiones cada vez son más compartidas”, las autoridades dejaron de tener la última palabra, hoy pacientes, organizaciones civiles, cuerpo médico e incluso medios de comunicación se están involucrando en las disposiciones finales.
Por último, aseguró que hoy los sistemas de información para la salud, no solamente deben ser capaces de crear los datos sino de incorporarlos a un análisis sistémico, sin dejar de lado la calidad, crear aprendizaje y aplicarlo de manera eficiente.