El hecho tiene lugar en Puebla. La explicación es que la política de austeridad no permite la contratación de nuevos profesionales y técnicos, pese a la existencia de fondos para ello.

En lo que no deja de tener un dejo de humor negro, la prensa y médicos del estado de Puebla, en México, denunciaron que las autoridades estaduales financiaron la construcción de un moderno hospital especializado en traumatología y ortopedia, con un costo cercano a US$ 37 millones, pero olvidaron incluir el financiamiento de su personal de 600 personas. Es decir no se le asignó una dotación propia de médicos, enfermeras, personal técnico y administrativo ni de mantenimiento.

Al parecer, ya desde fines del año pasado las autoridades de salud advirtieron que no contaban con el presupuesto necesario para cubrir los cargos, razón por la cual, la Secretaría de Salud (Ssa) procedió a redireccionar a parte del personal desde otros centros médicos, de manera que el Hospital "Doctor y General Rafael Moreno Valle Rosas" no quedara vacío para su inauguración el recién pasado 7 de febrero.

Según la prensa local, una parte de ellos fueron removidos del Hospital General Norte. Se trataría de nueve médicos-cirujanos, cerca de 40 enfermeras y personal especializado en la atención de personas con quemaduras. Y otra del Hospital General Sur. En apariencia 20 médicos, 50 enfermeras y un puñado de técnicos de salud. El problema es que los traslados agudizaron los problea de saturación de la demanda en los centros médicos citados. De hecho, ya antes, la sala de urgencias del Hospital General Sur tienía una saturación promedio de 150 % a 200 %.

En una respuesta todavía más sorprendente, personeros de la Ssa explicaron que la no asignación de personal nuevo no se debe a falta de fondos (el estado recibe un promedio casi US$ 213 millones anuales del Seguro Popular), sino a una política de austeridad general propiciada por el Poder Ejecutivo.