Se trata de los hallazgos del sondeo realizado en 2018 entre pequeñas y medianas empresas (pymes) mexicanas, compartido por Aspel.
En los primeros años de vida de los nuevos emprendimientos, 57% no utiliza un software administrativo hasta después de los cinco años y 47% terceriza su administración en mayor proporción después de ocho años de operaciones, revela un sondeo realizado en 2018 entre pequeñas y medianas empresas (pymes) mexicanas, compartido por Aspel, empresa mexicana desarrolladora de Software para pymes.
El reporte reveló que en los primeros cinco años se utilizan hojas de cálculo y que entre más se tarde en tercerizar, se pierde competitividad, actualizarse en cumplir con las reglamentaciones de la autoridad fiscal que se encuentran en constante evolución y se tiene una administración menos eficiente del área de Recursos Humanos.
Dichos procesos internos se pueden automatizar y optimizar con la ayuda de sistemas administrativos, lo que permite a las empresas tomar decisiones correctas en tiempo real.
“En muchas ocasiones, la misma persona que dirige la pyme es quien se encarga de los pagos, las cobranzas, las ventas y todo lo que conlleva el proceso administrativo de la empresa. La administración es un tema complejo, forma parte de los procesos más estratégicos en la organización, por esto es recomendable hacer uso internamente de las herramientas tecnológicas que tenemos a nuestro alcance para ahorrar tiempo y mejorar los procesos empresariales”, enfatiza Reyna López, gerente de producto de Aspel.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Emprendedor, 65 de cada 100 nuevas empresas que surgen en México cierran antes de los dos primeros años de vida por errores administrativos; hacer uso de estas tecnologías disminuye riesgos, acorta ciclos de tiempo, requiere menos inversión y crea mejores respuestas a las necesidades internas y de los clientes.
Normalmente, las empresas de servicios tercerizados ofrecen una diversidad de soluciones orientadas a la administración; si las pymes desean adoptar esta solución, deberían hacerlo desde su creación para asegurar la correcta automatización de estos procesos internos y enfocarse en la productividad.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la productividad de las grandes empresas es 6,3 veces superior a las de las microempresas, 2,9 veces mayor a la de las pequeñas y 1,7 veces superior a la de las medianas. Este logro se debe a la economía de escala, así como a la experiencia del mercado y el uso de tecnologías que ayudan a la eficiencia del negocio a mejorar en sus tiempos de administración.
Actualmente, los empresarios tienen a su disposición una amplia gama de herramientas con las cuales se puede conocer y administrar de manera directa operaciones de compraventa, cumplir en tiempo y forma con la contabilidad electrónica, automatizar el control de la nómina, llevar control del capital humano y manejar un registro eficiente de los ingresos y egresos en las cuentas bancarias, traduciéndose en mayor productividad para los propietarios.
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