Los puestos de trabajo que pagan de 3 a 5 salarios mínimos diarios van a la baja.
Excelsior.com.mx. La tasa de desocupación en México se ubicó en su nivel más bajo en los últimos 12 años a costa de la precarización de los puestos de trabajo. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revela que durante la presente administración se han destruido 2 millones 187 mil puestos de trabajo cuyas compensaciones superaban los tres salarios mínimos diarios.
De acuerdo con el organismo descentralizado, 1 millón 267 mil puestos laborales que hasta el primer trimestre de 2013 eran retribuidos con más de tres salarios mínimos y hasta 5, desaparecieron para el primer trimestre de este año. En tanto que se destruyeron 920 mil posiciones laborales con compensaciones de más de 5 salarios mínimos diarios en el mismo periodo.
La encuesta trimestral revela que en el primer trimestre de 2013 poco más de 7 millones 869 mil mexicanos ganaban más de tres y hasta cinco salarios mínimos. Sin embargo, para el mismo periodo de este año el número de ocupados en esas posiciones laborales se ubicó en 6 millones 601 mil mexicanos.
Respecto a los puesto de trabajo con salarios por encima de los cinco salarios mínimos, hasta el primer trimestre de 2013 sumaban 3 millones 624 mil mexicanos, mismos que en el mismo periodo de este año llegaron a 2 millones 704 mil.
Ahorran costos
Al respecto, Margarita Chico, directora general de Trabajando.com México, indicó que en los últimos años, las empresas han eliminado posiciones de gerencia media con el objetivo de ahorrar costos, y se han concentrado en generar puestos operativos.
En el periodo de referencia se han creado 4 millones 717 mil puestos de trabajo con sueldos que oscilan entre un salario mínimo y hasta tres, al pasar de 28 millones 206 en el primer trimestre de 2013 a 32 millones 923 en el mismo periodo de este año.
Por su parte, Luis Foncerrada Pascal, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), órgano asesor del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en temas económicos, consideró que el bajo crecimiento económico también ha incidido en este fenómeno, lo que en su opinión “se ha conjugado con otros factores que a lo largo de mucho tiempo han inhibido la inversión y por ende un mayor dinamismo de la actividad productiva que se refleje en más y mejores empleos”.
Entre los elementos que más han contribuido a este entorno refirió que se encuentran la ausencia del Estado de Derecho y la desconfianza en que las instituciones encargadas de hacer cumplir las leyes tengan como objetivo el bienestar general. “La incertidumbre que esto propicia conlleva a un debilitamiento de la inversión”.
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