Desde 1980 México cuenta con registros histopatológicos y hospitalarios, pero no alcanzan a contar la realidad nacional.
“Cuando nosotros vamos a conferencias médicas, siempre manejamos datos de otros países, sobre todo de EU; sin embargo, nuestra realidad es otra. Era importante ser un país con información fidedigna, esto se traduce en oportunidades de trabajo, intervenciones, políticas, investigación. Son nichos de oportunidad que nos podrían dar los componentes para ser líderes a nivel mundial”, aseguró el doctor Abelardo Meneses, director del Instituto Nacional de Cancerología, institución que coordina el recién aprobado Registro Nacional de Cáncer (RNC).
El doctor Meneses, pionero de este esfuerzo, platica en entrevista con El Economista que desde 1980 México cuenta con registros histopatológicos y hospitalarios, que recogen la información de las instituciones donde se atienden a determinado número y tipo de pacientes, por lo que la información no es un reflejo de todo el país.
La diferencia con un registro de cáncer con base poblacional es que se expande la captura, el análisis, la validación y la acreditación con calidad de la información que se recaba a lo largo del país.
El especialista explicó que, por un lado, se tienen que escoger ciudades —no precisamente estados— mayores a 1 millón de habitantes, donde la población sea más o menos estable y saber que están expuestos a ciertos riesgos y que la traducción de la enfermedad es a causa de esos riesgos.
El siguiente paso es dar seguimiento y validez a los casos diagnosticados con cáncer —ya sean del IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud, Pemex, Fuerzas Armadas o privados—, ya sean niños, adultos o personas de la tercera edad, “esto permite que no haya casos duplicados y a la vez no se deje a nadie fuera”. También se podrá hacer una evaluación de los casos que llegan a fallecer, que reforzará los datos con los que cuenta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre mortalidad.
El plano internacional
El doctor Meneses dijo que uno de los puntos más importantes es que esto va a permitir que aparezcamos en un mapa internacional, “en la publicación internacional de registros confiables de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), para ser precisos”. Así el mundo podrá saber qué está sucediendo en México y se podrán hacer comparativos en factores de riesgo, incluso estadísticas de referencia para Latinoamérica. “Hay información de que 12 de los países que conforman Latinoamérica y el Caribe concentran 90% de todos los cánceres que se diagnostican en esta zona. Todos, excepto México, tienen como segunda causa de muerte el cáncer. Para nosotros es la tercera detrás de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, de ahí la importancia de los datos”.
Agregó que muchos países tienen un solo registro de cáncer con base poblacional ubicada en una ciudad y después la extrapolan a todo el país, “Estados Unidos durante mucho tiempo tuvo de cuatro a seis registros que funcionaban para todo el país, también Colombia, Brasil o Argentina manejan este número de registros, pero para el resto de países en América Latina, tienen uno, probablemente por su densidad de población”.
En México se consideró que al ser 123.5 millones de mexicanos, según datos del Inegi, los factores de riesgo pueden ser muy diferentes según el territorio. Por ello se determinó hacer un registro de cáncer con base poblacional en distintas ciudades.
Mérida otiene el registro
Mérida se convirtió en el primer estado que recaba datos para el RNC por varias razones: la primera es que ahí se encuentra una experta en registro de casos con base población, la doctora Yelda Leal, quien se formó en la IARC, que realiza este tipo de registros especializados. La segunda razón es la sensibilidad política, “hablamos con el gobernador de Yucatán, Rolando Zapata, con el doctor Eduardo Mendoza, secretario de Salud, explicamos el proyecto y dieron las facilidades para que el grupo de trabajo obtuviera los datos”.
Otro punto a favor, es que antes de que el RNC se aprobara en el legislativo, ya se habían obtenido recursos de varias ONG para comenzar este proyecto; “sin embargo, nosotros creíamos y creemos que esto debe ser una política pública con beneficio para todo el país, digamos que éste fue el antecedente para la iniciativa de ley”. Ahora desde su aprobación y publicación en el Diario Oficial de la Federación, el Registro tendrá una asignación presupuestal.
El registro en esencia obtiene 15 parámetros, entre ellos edad, sexo, localización y tipo de tumor, tiempo de evolución y factores de riesgo. Este registró entonces nos va a permitir determinar exactamente cuántos y qué tipos de cáncer, a qué edades se presentan, cuáles comienzan a predominar, cuáles descienden, cuántos de ellos mueren, a qué edad mueren, cuánto tiempo tardan en morir y si podemos tener factores de riesgo asociados.
“Lo que ha dejado de enseñanza a un año y medio de comenzar en Mérida es que, por ejemplo, en el hombre, el cáncer de riñón ocupa el segundo lugar y cuando uno revisa con qué está asociado más este tipo de cáncer es con obesidad, diabetes e hipertensión, al revisar las estadísticas del estado de Yucatán, aquí se presentan los más altos índices en estas enfermedades asociadas.
Con estos resultados, que no teníamos, podremos establecer políticas públicas para enfocar investigación, disminuir factores de riesgo y comenzar a buscar qué es lo que está haciendo que la población se exponga a algo que repercuta en la salud Se trata de políticas dirigidas, con gastos centrados en el problema con mejores resultados y no de manera general”.
Hace un par de semanas comenzó la captura en Guadalajara, posteriormente se tiene pensado hacerlo en Monterrey, Hermosillo, Puebla y Querétaro. “si fuera necesario implementar en otra ciudad y dependiendo de nuestros recursos, es como se irá ampliando”.