El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, sostuvo en rueda de prensa que desde hace algunas semanas, los 50 consulados mexicanos en Estados Unidos trabajan para enfrentar "esta eventualidad" con todos los medios legales al alcance.
México.- El gobierno de México está preparado para defender a los migrantes mexicanos sujetos a ser deportados desde Estados Unidos, lo que requiere de una "inmensa" labor de protección, consideró este lunes el canciller Marcelo Ebrard.
El secretario de Relaciones Exteriores sostuvo en rueda de prensa que desde hace algunas semanas, los 50 consulados mexicanos en Estados Unidos trabajan para enfrentar "esta eventualidad" con todos los medios legales al alcance. "Hay muy diferentes derechos y vías legales para defender cada caso, son casos distintos, pero podría decirles sin temor a equivocarme que estamos listos y preparados para hacer una defensa eficaz en todo el territorio de Estados Unidos", dijo Ebrard.
"Si se empiezan a dar estas deportaciones, estaremos informando todos los días y, si es necesario, pues me voy a Estados Unidos (...) para encabezar la defensa de nuestros connacionales", agregó el canciller, acompañado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
A principios de este mes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo que el 4 de julio comenzarían en 10 ciudades estadounidenses las redadas aplazadas contra migrantes indocumentados.
El plan de redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, siglas en inglés) de Estados Unidos busca a cerca de 2.000 familias migrantes que enfrentan órdenes de deportación en distintas ciudades estadounidenses. Entre estas ciudades están Los Angeles, Houston, Chicago, Miami, Nueva York y San Francisco, al tomar como base casos presentados ante 10 tribunales migratorios.
Ebrard dijo que en los centros de detención de inmigrantes en Estados Unidos hay muy pocos mexicanos, porque los que son sujetos al proceso de deportación viajan de inmediato a territorio mexicano. "Tienden a ser muy pocos, pero estamos muy alertas, porque eso puede variar de un día para otro", indicó el canciller. "Nuestro esfuerzo principal no es ahí, nuestro esfuerzo principal son los mexicanos que pudieran ser objeto de esas deportaciones", agregó.
Ebrard ofreció un balance en torno al plan para contener la migración centroamericana, acordado con Estados Unidos hace un mes, en el que destaca la conclusión del despliegue de los elementos de la recién creada Guardia Nacional.
El canciller comentó además que 327 migrantes centroamericanos que esperan en México su audiencia para pedir asilo en Estados Unidos ya trabajan en maquiladoras, de un total de 3.700 puestos de trabajo ofrecidos.
De acuerdo con sus cifras, entre enero y julio se registraron 14.000 inmigrantes centroamericanos en México a la espera de una respuesta a su solicitud de asilo en Estados Unidos.
Como parte de la estrategia, el canciller adelantó que antes de que termine julio el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, hará una visita oficial a México para abordar con su homólogo mexicano el plan migratorio hacia Centroamérica.
Según el canciller mexicano, durante la recién concluida Cumbre del Grupo de los Veinte (G20), realizada en la ciudad japonesa de Osaka, se destacó por vez primera en el comunicado final la importancia de las responsabilidades compartidas en cuanto a las crisis migratorias, a propuesta del gobierno mexicano.
Ebrard dijo que la iniciativa mexicana en materia migratoria recibió el respaldo de países como Alemania, Bolivia, Chile, España y Estados Unidos, así como de 17 organismos de las Naciones Unidas (ONU) y de la Comisión Europea.
Por su parte, López Obrador resaltó la labor de los mexicanos viviendo en el extranjero, a quienes calificó de "nuestros héroes vivientes".
Indicó que México cumplirá con el compromiso de reducir el flujo migratorio centroamericano, sin violar derechos humanos y dando opción de empleo a migrantes.
Desde el 7 de junio pasado, México adoptó controles más estrictos para la migración en la frontera sur del país, tras pactar un acuerdo con Estados Unidos, ante el crecimiento este año del flujo de centroamericanos que transitan por territorio mexicano, que en mayo tuvo su mayor cifra en una década.
A partir de lo acordado con el gobierno de Estados Unidos, la administración López Obrador se comprometió a reducir de manera significativa en un período de 45 días el número de migrantes que llega a la frontera común.