Cuatro de cada 10 (41,3%) tenían de 15 a 29 años; ; asimismo, 3,7% tenían de 10 a 14 años de edad.
Cada año a nivel mundial, aproximadamente 800.000 personas se quitan la vida. Para el 2015 se colocó al suicidio como la segunda causa de defunción en el grupo de 15 a 29 años. En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el 2015 se registraron 6.285 suicidios, lo que representa 5,2 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
En entrevista, Xóchitl González Hidalgo, quien es especialista de la Clínica de Asistencia a Pacientes de la Sociedad Psicoanalítica de México, nos habla sobre el tema y cómo enfrentarlo: “Tenemos que poner atención a la salud mental. México está iniciando con esa etapa, en países en desarrollo es normal ir a terapia, aquí apenas estamos llegando al punto donde la gente se atreve a pedir ayuda, esa mala idea o estigma se está eliminando y así debe continuar la tendencia”.
Explicó que algo que va de la mano con el suicidio son las enfermedades mentales, que han ido aumentando, principalmente la depresión. “No debemos esperarnos hasta las señales del suicidio, tenemos que trabajar antes, cuando se detectan signos de depresión o cualquier signo extraño de las personas que nos rodean”.
En México, la población joven es la más vulnerable al suicidio, pues cuatro de cada 10 (41,3%) tenían de 15 a 29 años; asimismo, 3,7% tenían de 10 a 14 años de edad.
La especialista dijo que a esta edad es muy importante no dejar pasar ningún signo, “no es que sean fáciles de detectar, pero son más representativos; la persona que tiene ideas suicidas es muy fácil que las cuenten, es decir, sí lo hablan, aunque parecen ideas fantasiosas, es un signo real. Estar muy enojados, aislados, irritables, tristes, quiere decir que se está gestando una depresión y a la larga se pueden convertir en ideas suicidas”.
Otro foco de especial atención es cuidar la convivencia y su entorno, “hoy el colectivo para los niños se empieza a convertir en una especie de solución, tratan de resolver igual que sus pares y el internet ayuda a encontrar nuevas formas, por ello, estos aspectos los debemos tomar muy en cuenta”.
La especialista dijo que las situaciones suicidas no sólo se presentan en circunstancias graves o de abandono, “a todos nos pone triste algo, cosas como tener un nuevo hermano o pasar a otro nivel escolar, para la mayoría no representaría gran problema, pero cada quien percibe las cosas de manera muy distinta”.
Esto se logra evitar platicando con los hijos. González explicó que no se requieren largas charlas todo el tiempo, se entiende que el trabajo actual no lo permite, “esto debe ser explicado, que los papás salen a trabajar y es una manera más de demostrar amor, pero sí se debe dedicar un tiempo exclusivo para la familia, por lo menos tener una vez a la semana momentos de calidad que crean una estabilidad mental”.
Las entidades federativas que en el 2015 tuvieron mayores tasas de suicidio por cada 100.000 habitantes fueron Chihuahua (11,4), Aguascalientes (9,9), Campeche (9,1) y Quintana Roo (9,1).
“Hoy vemos que las ciudades en el interior de la República han entrado en otro ritmo de vida, la modernidad empieza integrar ciudades, incluso Internet ya tiene grandes alcances y esto permite apertura en todos sentidos. Nos está alcanzando el ritmo de vida muy individualista con características como poca tolerancia a la frustración”.
Otro aspecto que destaca en las estadísticas es que las muertes por lesiones autoinfligidas son más comunes en hombres que en mujeres. Del total de fallecidos por esta causa, 80,1% eran hombres y 19,9% mujeres.
La psicoanalista explica, “en la depresión hay dos estados, el depresivo-depresivo, que se podría ilustrar cuando una persona no tiene ganas de hacer nada, y el estado maniaco, cuando a un individuo le agarra la ansiedad y, en efecto, se suicida. Aquí podría ser que los hombres tiendan más a subir a la manía”. Aún así, todo depende de la personalidad, no tanto del género. Los hombres se están permitiendo demostrar más sus sentimientos y eso podría voltear la tendencia.
En su mensaje final, Xóchitl González dijo que es fundamental un tratamiento multidisciplinario, con psicoterapeutas, psicólogos, psiquiatras, la misma escuela y la familia.