La noche del jueves, Morales, un izquierdista que ha gobernado el país andino por casi 14 años, obtenía un ventaja suficiente para ganar en primera vuelta, según el recuento de votos. El resultado ha generado protestas y ha sido criticado por la Organización de Estados Americanos (OEA) y países de la región.
Ciudad de México.- El gobierno de México se unió el jueves a sus pares de Cuba y Venezuela al felicitar al presidente de Bolivia, Evo Morales, por su victoria en las polémicas elecciones presidenciales del fin de semana.
La noche del jueves, Morales, un izquierdista que ha gobernado el país andino por casi 14 años, obtenía un ventaja suficiente para ganar en primera vuelta, según el recuento de votos. El resultado ha generado protestas y ha sido criticado por la Organización de Estados Americanos (OEA) y países de la región.
"El gobierno de México felicita al Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, por su victoria y le deseamos el mayor de los éxitos en su próxima gestión", escribió en Twitter Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana.
Cuba y Venezuela, de gobiernos izquierdistas, fueron los primeros países en felicitar a Morales, quien ha atacado a los observadores electorales por dudar de la legitimidad de lo que calificó como un "amplio triunfo" y sugirió que el grupo era parte de un intento de golpe de Estado.
El equipo local de la OEA recomendó el jueves que Bolivia convoque a una segunda vuelta después de una interrupción inesperada del conteo de votos y un cambio repentino de tendencia en favor de Morales, lo que provocó protestas y acusaciones de manipulación por parte de la oposición.
Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos dijeron estar profundamente preocupados por anomalías en las elecciones bolivianas y urgieron a las autoridades electorales a trabajar con la OEA para garantizar la transparencia.
El recuento de votos, prácticamente finalizado, mostró en la noche del jueves que Morales, quien asumió en 2006, obtuvo el 47,07% de los votos frente al 36,51% de su rival, el opositor Carlos Mesa.
Según las leyes bolivianas, el ganador necesita el 40% de apoyo más una ventaja de 10 puntos porcentuales para ganar directamente y evitar un balotaje en diciembre.