México cambió una tendencia descendiente, puesto que la posición alcanzada en 2018 fue la más baja que el país había tenido desde 1997, cuando fue incluido en esta clasificación.
México escaló una posición, de la 51 a la 50, en el Anuario de Competitividad Mundial 2019, elaborado por el Instituto para el Desarrollo Gerencial (IMD, por su sigla en inglés), con sede en Suiza.
Con ello, cambió una tendencia descendiente, puesto que la posición alcanzada en 2018 fue la más baja que el país había tenido desde 1997, cuando fue incluido en esta clasificación.
La competitividad definida por el IMD se asocia con la capacidad de competir en mercados nacionales o de enfrentar a la competencia internacional.
Desglosando sus cuatro grandes pilares, México subió de la posición 35 a la 28 en desempeño económico; en eficiencia gubernamental avanzó de la 54 a la 52; en eficiencia empresarial retrocedió de la 48 a la 49, y en infraestructura cayó de la 55 a la 57.
El índice mide la competitividad de 63 países con base en 340 criterios, dos terceras partes datos estadísticos y una tercera parte basados en datos de una encuesta.
Al interior de los cuatro factores en que se basa la clasificación, la educación fue el rubro en el que peor se posicionó México (62), seguido por el comercio internacional (61), legislación de negocios (57) e infraestructura tecnológica (56).
Por el contrario, obtuvo sus mejores calificaciones en empleo (5), precios (17) política de impuestos (28) y mercado laboral (28).
El Centro de Competitividad Mundial del IMD es un grupo dentro de la escuela de negocios IMD que ha publicado el ranking cada año desde 1989.
El IMD está dentro de las mejores 10 escuelas del negocio del mundo y su estudio de competitividad es un referente global. La clasificación general estuvo liderada por Singapur, Hong Kong, Estados Unidos, Suiza y Emiratos Árabes Unidos.
Chile lidera a los países latinoamericanos en la clasificación, en el sitio 42, con una caída de siete lugares.