Desde 2006, México ha perdido 63 lugares en el índice del Foro Económico Mundial que mide el comportamiento ético de las empresas privadas.

México se ubica en el lugar 111 de 140 países en el indicador de Ética Corporativa, que mide el comportamiento de las empresas privadas en su interacción con entidades y funcionarios públicos, además de con otras firmas, de acuerdo al ranking del Foro Económico Mundial 2015 (WEF, por sus siglas en inglés)

El resultado para este año implica un importante deterioro de la posición del país con relación a su mejor ubicación histórica, que se registró en 2006, cuando el puntaje de México le permitió estar en el lugar 48 del mundo, lo que significa que desde ese año a la fecha México ha perdido 63 lugares.

El Indice de Competitividad Global del WEF, dado a conocer recientemente, ubica a México en el lugar 57 entre 140 economías del mundo, donde el principal factor que impide hacer negocios es la corrupción.

Asimismo, el rubro peor calificado en el país es el de “Ética y corrupción”, donde México se ubica en el lugar 121 del listado.

Sobre este tema el foro señaló que la corrupción es uno de los principales retos a resolver en México dado el deterioro que ha presentado en años recientes.

Diversos expertos se han pronunciado por que en el país se deba priorizar el combate a la corrupción como la “gran reforma”, que hará que pueda alcanzar un mayor nivel de desarrollo.

"Es la reforma transversal a todas, los países más competitivos y prósperos son aquellos donde la corrupción no preocupa para hacer negocios. El país crecería a tasas más altas y generaría más empleos si se prioriza combatir la corrupción”, señaló la especialista en temas de corrupción y directora general del centro de investigación México Evalúa, Edna Jaime.

Para ella, la baja del país en el listado refleja que no se han arraigado en las empresas privadas códigos de ética que les impida aceptar actos de corrupción. “Se necesita la contraparte privada para que se consume la corrupción, y realmente son pocas las empresas las que han optado por un sistema ético que les impida aceptar actos de sobornos o ilegales”, señaló la experta.

Licitaciones

El deterioro también refleja que en el país se ha avanzado muy poco en la regulación de las licitaciones y la contratación pública, que es uno de los principales vehículos de interacción entre el sector público y el sector privado.

"Se sigue usando indiscriminadamente la adjudicación directa, la invitación a tres, no hay un Compranet totalmente consolidado, entonces eso abre amplios márgenes para que las empresas acepten entrar al juego de la corrupción con el sector público”, afirmó.

Otro componente que alienta la corrupción en el sector privado es la práctica de lo que llamó la “extorsión institucionalizada”, que se conoce comúnmente como la “mordida”.

"Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía nos dicen que muchas empresas en el país sufren presiones por parte de las autoridades para obtener permisos, licencias sanitarias, etc., y obviamente no tienen más remedio que pagar su mordida si quieren seguir operando”, puntualizó.

La consecuencia más grave de todo esto es que se inhibe la competencia en el país, lo que provoca que los consumidores pierdan al no haber opciones que elegir.