Con experiencia en el mundo del emprendimiento, el emprendedor ecuatoriano Miguel Torres comparte sobre lo que ha aprendido de varios proyectos, y qué aprendizaje son los más valiosos para su proyecto más reciente.
EWY es el proyecto en el cual el emprendedor ecuatoriano Miguel Torres concentra hoy por hoy toda su energía. Según su fundador, EWY, o como antes se conocía EscapesWithYou, es “una plataforma digital altamente visual e inspiradora concentrada en el comercio social, para descubrir, compartir, vender y comprar experiencias y sucesos alrededor del mundo en tiempo real”.
Torres conversó con AméricaEconomía sobre sus actuales esfuerzos, sobre las diferencias entre países latinoamericanos a la hora de considerar ventajas para emprender, y sobre lo que ha aprendido a lo largo de su carrera como emprendedor latino.
-¿Como emprendedor, qué distingue a Miguel Torres del resto de los emprendedores ecuatorianos?
Es una pregunta complicada. Pienso que como emprendedor una de mis características es la perseverancia. Con esto me refiero a no darme por vencido. Por ejemplo, cuando recibo un “no” como respuesta, en ese momento empiezo a trabajar en cómo lograr que ese “no” se transforme en un “sí”.
De igual forma, emprender es muy difícil. Muchas veces los emprendedores contamos con mayor frecuencia las historias gratas y bonitas, pero esta profesión es compleja y muchas veces requiere de sacrificios. Es en esos sacrifico donde la inteligencia emocional juega un papel clave. Esa puede ser otra de mis cualidades, la cual me ha permitido superar un sinnúmero de situaciones. En mi caso podría definirla como una mezcla entre pragmatismo y pensamiento crítico a la hora de tomar decisiones.
Además, la integración con mi equipo me ha permitido aprender y entender sobre la importancia de colaborar con personas innovadoras. Ha sido fundamental para valorar el trabajo en equipo para ser más competitivos como conjunto.
-¿Qué ventajas y obstáculos ha encontrado en su trayectoria como emprendedor en Ecuador, y en Estados Unidos? ¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos escenarios? ¿Cómo puede un emprendedor latino tomar ventaja en ambos sitios?
Si emprender es difícil, emprender en tecnología es más arduo aún. Encima, emprender desde Ecuador ha sido un verdadero reto. Cuando hablo de reto, no lo digo por ser ecuatoriano, sino porque el ecosistema de emprendimiento e innovación en Ecuador es marginal comparado con lo que sucede en Chile, Brasil, Perú, Colombia, México, Israel, Singapur o el mismo Silicon Valley.
Pienso que estar en Ecuador me obligó a trabajar quizás trescientas veces más duro para poder lograr oportunidades y reconocimientos, tales como vivir de cerca experiencias únicas como la de Startup-Chile o Next en SXSW. También haber sido reconocidos en Brasil con un emprendimiento innovador en Rede Innova.
En EE.UU, tengo que admitir que Silicon Valley es un ecosistema único donde la innovación y el emprendimiento es pan de cada día. Allí la cultura de emprendimiento es una forma de vida. Es determinante asumir que emprender no es una profesión, sino un estilo de vida complejo pero muy gratificante. Se vive en el filo del riesgo. Eso permite ser irreverente, y pensar fuera de la caja, en términos de innovación.
En ese sentido también influye que en Silicon Valley, y en EE.UU. entero, existen un gran número de emprendedores y startups de todo el mundo. Este cúmulo atrae a los inversionistas con capital de riesgo, lo mismo que atrae el talento e impulsa la innovación.
Sin dudas, el recurso humano el el factor principal que hace de Silicon Valley uno de los hervideros de innovación y desarrollo, referente para todos los emprendedores internacionalmente.
Claro que no siempre todo es color de rosa. Actualmente los temas migratorios y las leyes en este sentido constituyen una traba para la llegada del talento extranjero. Con todo, iniciativas como la visa para startups crearon más de 1.6 millones de nuevos empleos, lo cual va a impactar directamente sobre la economía estadounidense en los próximos diez años.
Si miramos a América Latina, Chile está haciendo un trabajo extraordinario mediante Startup-Chile. Entiende la necesidad de atraer talento y mejorar el ecosistema, pero lo mejor de este programa es su impacto en la cultura de emprendimiento. Este aspecto es crucial para potenciar el desarrollo exponencial.
En general, se debe compartir entre más emprendedores la cantidad de oportunidades, programas, concursos que existen en el mundo. Puedo asegurar que estas opciones actuales son muy competitivas. Pero de todos modos, por su naturaleza el emprendedor sale a buscar oportunidades. Eso es lo que va a permitir el cambio de mentalidad en cuanto a nuestros modelos de desarrollo tradicionales.
Con todo, no sólo se trata de ganar y participar en un concurso. Es cuestión la ejecución, de aprovechar las oportunidades para expandir las redes de contactos, aprender y sobre todo, lo más importante y que muchas veces falta en nuestros países, una verdadera cultura de dar más de lo que recibimos y compartir.
-¿En qué consiste EWY? ¿En qué momento de su desarrollo se encuentra? ¿Qué valor agrega a las varias plataformas de social network que actualmente pueden ser halladas en internet?
EWY, antes ESCAPESWITHYOU, es una plataforma de comercio electrónico altamente visual basada en una tecnología propietaria (EWY) que analiza la información pública compartida en las principales redes sociales y permite realizar un análisis de grandes volúmenes de datos para productos y experiencias únicas y no tradicionales. Esto significa que permite transformar las interacciones en las redes sociales, dígase tweets, o lo que compartimos o lo que nos gusta, en opciones de compra en tiempo real.
Actualmente nuestra plataforma se encuentra disponible en Chile, México, Ecuador. En algunos países todavía muestra funcionalidad limitada por temas de pagos. Si bien nuestro modelo de negocios es innovador, basamos nuestra principal fuente de ingresos en actuales licenciamientos de nuestra tecnología a gobiernos e importantes cadenas de retail de América Latina.
Estamos constantemente trabajando en soluciones innovadoras para comercio electrónico, mediante enfoques que estimulen la descentralización de procesos que se apoyan íntegramente en el uso de hardware y dispositivos móviles.
Nuestro objetivo como empresa es proveer herramientas esenciales de comercio electrónico a los emprendedores, artesanos y pymes. Queremos que dispongan de una solución de comercio electrónico, y tengan al alcance un nivel de inteligencia de mercado. Esto puede facilitarles el manejo de sus empresas, y enfocarse en llevarlas al siguiente nivel. Vale señalar que nuestro producto se enfoca a más de 600.000 micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales constituyen más de 80% de las empresas existentes y generan uno de los más altos niveles de empleo, 7 de cada 10 nuevos empleos son generados por estas pymes.
-¿Cuáles son las enseñanzas más importantes que ha aprendido de emprendimientos anteriores, y le han ayudado ahora en EWY?
Pienso que haber incursionado en diferentes industrias me ha contribuido a adquirir diferentes tipos de habilidades, tanto analíticas como de management. Haber trabajado en industrias de alimentos, bebidas y comercio exterior ha ayudado a mi formación profesional. Sin embargo, la mayor cantidad de enseñanzas vienen de emprendimientos propios. Uno aprende a empezar con una idea en una servilleta, y llegar a convertirla en algo rentable. Ideas existen muchísimas, y buenas, pero una idea sin buena ejecución no es nada.
Respecto a EWY existe un factor muy interesante. El proyecto es producto de la recopilación de experiencias de un equipo complementario con distintas habilidades. Desde mi punto de vista, la habilidad más importante es saber buscar el equipo adecuado para desarrollar cualquier tipo de proyecto o negocio.
Además de eso, pues haber comprendido que emprender es difícil, es una actividad de mucha perseverancia y requiere de inteligencia emocional. Constantemente uno recibe respuestas que no son las que se quieren escuchar. Pero es necesario saber recibir toda esa información, las opiniones, los comentarios y las sugerencias. Es duro porque una crítica se hace en poco tiempo, sobre lo que al equipo puede haberle costado horas de trabajo y esfuerzo. Es crucial aprender a recibir críticas y sobreponerse en el menor tiempo posible.
Eso es esencial para quienes nos vinculamos alrededor de EWY. Y ese conocimiento lo tenemos gracias a haber estado en diferentes lugares con distintos tipos de mentores y enfrentándonos a realidades que al final del día deben superarse como equipo.
-En América Latina y en el mundo se está intentando transmitir la noción de que en emprendimiento el fracaso no puede ser demonizado. ¿Cómo podría contribuir al debate?
Comparto esa mirada. Ahora es muy relevante entender el fracaso como un proceso de experimentación. Muchas veces esperamos que este proceso nunca nos suceda, pero las estadísticas demuestran lo contrario. En emprendimiento, y especialmente los tecnológicos, la tasa de fracaso es muy alta.
Lo importante es comprender por qué. Y es que son industrias disruptivas, se trabaja para mercados extremadamente complicados y competitivos, donde intervienen un sinnúmero de factores. Por eso es clave aprender de los errores cometidos.
Por otra parte, no comparto la apreciación que lleva a celebrar el fracaso. Cuando uno se embarca en un proyecto, debe saber que puede ir bien o mal, lo determinante es tener una metodología que ayude a documentar y analizar lo que se hizo bien o mal. Siempre debe tenerse en mente que emprender es un proceso de experimentación, si algo sale mal hay que reaccionar de forma ágil, entender qué se hizo mal. Si las cosas salen mal, lo más importante es levantarse.
-A pesar de que mucho se escribe de temas de emprendimiento, todavía el emprendedor es un carácter que no todos comprenden a plenitud. ¿Cómo ve usted al emprendedor? ¿Es una actitud o un oficio? ¿Cuáles son las características fundamentales?
Ciertamente el emprendedor es alguien con un carácter particular. Yo lo defino como una persona que aprende a ver soluciones en los problemas, decide tomar acción y experimentar con una solución. También requiere una cuota de adicción al riesgo y a la incertidumbre, los cuales son acompañantes diarios en el proceso de toma de decisiones.
El emprendedor no es una persona con determinadas características específicas, pero sí es una persona con mucha curiosidad y deseo de aprender, sin miedo a compartir sus ideas. Es alguien que toma una oportunidad tan pronto la ve. Es quien resuelve verdaderos problemas y entiende que el trabajo en equipo es esencial para lograr resultados. Una persona que sabe escuchar y gusta de rodearse de otras con más experiencia y curiosidad. Asume que el dinero es una herramienta, no la meta principal.
Sucede que muchos no comprenden al emprendedor. Ven en su comportamiento algo que se separa de los estándares tradicionales. Pero eso es positivo, las grandes innovaciones o soluciones requieren siempre de un pequeño toque de locura.
El emprendimiento en sí no es un oficio, lo considero más como un estilo de vida que requiere de mucho esfuerzo, sacrificios y muchas veces encontrarse con que las cosas no salen como se esperaban. Entonces hace falta mucha motivación para solucionar el problema.
En cuanto a en qué momento un emprendimiento pasa a convertirse en una empresa, es un paso muy difícil de lograr. Necesita la validación de clientes y usuarios. La cultura organizacional de un emprendimiento es muy diferente de la de una empresa.