Empresarios y altos ejecutivos realizan en Uruguay retiros espirituales o practican técnicas para mejorar su vida laboral.
El Observador | Para los altos ejecutivos y empresarios, tomarse un tiempo para conectar consigo mismos no es fácil. Sentir que les "falta algo" los puede hacer transitar hacia el camino de la espiritualidad, aunque a veces no es suficiente y debe suceder algo físico o un clic con algún suceso importante. Este clic parece ser una variable recurrente, y está en la base de un reciente aumento en la demanda de coaching o guías por parte de empresarios, así como la realización de retiros espirituales. Son todas ocasiones para alejarse de su rutina y "bajarse de la ruedita de hámster", como dice la directora de Up Team & Executive Coaching, Graciela Foggia. Para transitar ese proceso, es fundamental que la persona se tome un tiempo para analizarse, añadió.
En las Sierras de Minas, en el hotel Cerro Místico se realizan talleres de meditación y se trabaja en la técnica del mindfulness, que implica la atención consciente y plena del presente, de lo que se está realizando en ese momento.
Según su directora, Ximena Guerrero, hace un tiempo comenzó a aumentar la demanda de servicios especialmente diseñados para grupos de empleados de una compañía, o para empresarios particulares que concurrían de forma silenciosa a realizar un retiro.
"Todos vienen buscando algo pero no saben qué es. Están muy estresados, con crisis personales o laborales. Después se dan cuenta de que no es culpa ni de la empresa ni de su familia que estén así, sino que ellos estaban viviendo sin saber cuál era su misión de vida", explicó. Agregó que eso conlleva problemas de autoestima y depresión, lo que tiene un impacto directo en el aporte de esa persona en la compañía. "Llegamos a un punto en el que esa persona vive tan desconectada, que necesita bajar a tierra y encontrarse a sí misma", dijo.
Otra opción para realizar retiros es el templo budista, también en Lavalleja. Allí se imparten enseñanzas budistas durante un fin de semana desconectado del "resto del mundo", intentando que cada persona tome conciencia "de la oportunidad excepcional que tiene cada uno por ser un humano", explicó el instructor budista Pema Gompo.
"El rendimiento personal va a ser mucho más alto si la persona trabaja a gusto, si el tiempo que pasa en la oficina la hace feliz", dijo.
Respecto a los motivos por los que llegan los empresarios y ejecutivos al templo budista, muchos están pasando por una etapa de sufrimiento y van en busca de un refugio, mientras que otras personas ya trabajan la espiritualidad de diversas maneras, y se acercan buscando conectarse aun más con su interior, explicó Gompo.
Vidas disociadas
ATHA se especializa en coaching y mindfulness, y cuenta con programas empresariales. Para su directora, Mónica Pigatto, el enfoque de las empresas está puesto en la productividad, y se olvida el equilibrio emocional de una persona y su impacto en la productividad final de la organización.
"Cuando no estamos en donde estamos se genera un gran malestar, se pierde la atención, el foco y la tranquilidad", explicó. Por esto, el mindfulness es una técnica ideal para trabajar con empresarios, remarcó.
Para Pigatto, la prevención primaria es su aspiración. "Mi deseo es que las personas no recurran a mí cuando ya les pasó algo, sino que estén interesadas en mejorar su bienestar y su salud", dijo.
Para eso, es necesario que las organizaciones presten atención a los síntomas que pueden indicar un problema emocional. "Recibo ejecutivos que vienen para mejorar la receptividad, la regulación emocional, los impulsos; aprender a gestionar la comunicación de una manera más efectiva", sostuvo.
Por su parte, el coach especializado en liderazgo y mindfulness, Silvio Raij, trabaja con grupos de empresarios de Argentina y Uruguay, aunque reconoce que aquí el proceso "va más lento".
Trabaja en varios módulos: "Uno es para vivir el presente, después hay otro para reconocer las sensaciones del cuerpo, y entender qué nos dice".
"El mindfulness implica un cambio en el estado de conciencia, un cambio de hábito, estar más presente". Silvio Raij, coach en liderazgo y mindfulness
También brinda talleres para tratar el estrés, entrenando a la mente para reaccionar mejor ante situaciones estresantes. "Se trabaja con los pensamientos que se necesitan y los que no para ser soberano de la mente. Por último, tenemos un taller para mejorar los vínculos en la empresa", explicó.
Muchos de los empresarios con los que trabaja Raij han cumplido sus objetivos en el ámbito corporativo, pero no disfrutaron del proceso. "Terminan estresados, llevándose mal con la gente. ¿Qué pasa si administran mejor su energía en un proceso de trabajo? Con el mindfulness, que implica la atención en el presente, pueden lograrlo", sintetizó.
Espiritualidad práctica
Florencia Gubba dirigía la empresa de catering junto a su madre, Elena Tejeira. Sin embargo, no se sentía feliz. "Internamente me sentía vacía, fue un momento de quiebre en mi vida", recordó en diálogo con Café & Negocios. Se fue de la empresa, y se tomó un año para evaluar qué hacer en su futuro.
Se formó en autoliderazgo, en Nueva York conoció el Health & Soul Coaching (técnicas que mezclan la alimentación saludable con el estilo de vida de la persona y el "coaching del espíritu") y comenzó a ayudar a otros en la búsqueda del bienestar a través de la espiritualidad, pero no vinculada a una religión, sino como el cultivo del ser.
A sus programas de meditación y charlas motivacionales, acuden empresarios y ejecutivos que, según Gubba, "quieren vivir en paz y en forma saludable". Actualmente está por terminar un programa con un grupo de 85 personas, que también integran ejecutivos y empresarios, cuyos desafíos consisten en lograr lidiar con muchas personas en la oficina o liderar un grupo humano.
Según la coach, los ejercicios y meditaciones intentan que la persona opte por un camino diferente al momento de resolver una situación: "Que todo sea aplicable a la vida diaria, no solo en el tiempo de meditación". Por eso, prefiere llamarle "espiritualidad práctica", para que cada persona pueda conectarse con su ser en su día a día, estando en la oficina o luego de culminar una importante reunión de negocios.
Un camino similar fue el que transitó el coach personal y corporativo Francisco Carzoglio. Antes de descubrir esta faceta, Carzoglio trabajó en una agencia de publicidad y tuvo un emprendimiento de proyecciones holográficas. En simultáneo, comenzó a interiorizarse en la meditación y los retiros espirituales.
"Cuando me volqué al emprendedurismo, me di cuenta de que el factor humano es el que define la calidad de la empresa. No se trata del producto o servicio, sino de la calidad humana que se aporte", comentó.
Carzoglio trabaja con ejecutivos y empresarios a nivel personal. Narró el caso de un equipo de trabajo que no era creativo, no tenía ideas, según el dueño de la empresa. "Luego de analizar la situación, me di cuenta de que esa persona (el dueño de la compañía) era controladora, estricta en la forma en cómo le gusta que se hagan las cosas. Había entrenado a todo un equipo en ser obedientes. Fueran o no creativos, daba lo mismo porque él tenía una forma de ser a rajatabla", explicó. Allí, el coach entendió que el problema era la falta de confianza del dueño de la compañía en el equipo, no la falta de creatividad.
Para Carzoglio, el problema de muchas empresas es que se enfocan en contratar personas por sus capacidades técnicas, sin tener en cuenta su inteligencia emocional, que puede aumentar aun más su productividad. "Una persona que gestione sus propias emociones, con tolerancia a la frustración, que empatice con los demás vehiculizando las energías propias y del equipo, puede aumentar 200% su productividad", indicó.
Imágenes: Cerro Místico en Facebook