De acuerdo con un estudio, la exposición a la luz artificial provoca interrupciones en los ritmos circadianos, que pueden contribuir a contraer estos males.
Dinero en Imagen (Excélsior). Diversas investigaciones científicas señalan que mirar la pantalla de cualquier dispositivo móvil antes de dormir es un factor clave en la pérdida del sueño, y por ende en la aparición de enfermedades como cáncer y diabetes.
Es así que como darle un vistazo a las redes sociales o navegar por Internet justo antes de descansar se convierte en una mala idea, si lo que pretendes es restaurar tu cuerpo mientras duermes.
De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Connecticut, la exposición a la luz artificial provoca interrupciones en los ritmos circadianos que son las oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo (entre 20 y 28 horas) que se sincronizan a los ritmos ambientales como la luz o la temperatura.
Los ritmos circadianos son regulados por el reloj biológico humano para que sigan un ciclo regular que se repita cada 24 horas, y que coincida con los estados de sueño y vigilia.
Esto debido a que los ciclos están estrechamente ligados a los estímulos de luz, que el cerebro asocia con una mayor actividad fisiológica mientras que, en la oscuridad, se inhiben estas funciones, llegando al mínimo entre las tres y las seis de la madrugada.
De acuerdo con los investigadores, estas disrupciones circadianas, provocadas, entre otros, por estímulos lumínicos como las pantallas de smartphones o tablets, se vinculan a una serie de problemas de salud que van desde el cáncer, diabetes, obesidad y hasta depresión.
La correlación no es casualidad, sino que se debe a factores como la mala alimentación, el sedentarismo o la exposición a agentes químicos que intoxiquen la sangre.
El problema con las pantallas de estos dispositivos móviles es que utilizan luces LED que pueden engañar el ritmo biológico de nuestro cuerpo en plena noche para que se comporte como si fuera de día.
Lo cual ocasiona una severa crisis de descanso e impacta en una disminución de la calidad del sueño. Esto debido a que el uso de luz brillante genera un estado de alerta que impide dormir y libera cortisol, mejor conocida como la hormona de estrés; en lugar de producir melatonina, conocida como la hormona del descanso.