Inquietante propuesta del artista local Francisco Pereira trabaja con la fantasía de la infancia, reprimida en la adultez. Se presenta hasta junio en la Sala 3 del Maczul.
Monstruos que surgen desde la oscuridad del inconsciente, constituidos en piezas escultóricas de bronce con proporciones y volúmenes alterados de la realidad, además de gestos que demarcan una personalidad sostenida con textura y color, forman parte de la inquietante propuesta artística que Francisco Pereira comparte con sus “Bípedos”, en la Sala 3 del Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maczul) hasta mediados de junio de este año.
La muestra recrea y evoca esas sensaciones y pensamientos de miedo subyacentes en la infancia, trabajando fuertemente con la inagotable fantasía reprimida. La idea es que incluso el sujeto ya adulto no deje de sentir esos escalofríos al observar las piezas, generando una tensión permanente, sin poder definir del todo que se trata de la consciencia o la inconsciencia.
La premisa conceptual en este trabajo es el tratamiento de la anatomía en sus proporciones y volúmenes alterados de la realidad. A partir de ello, la propuesta fundamenta su lenguaje plástico.
A juicio del artista, las piezas presentan “una gestualidad expresiva en su carga arquetípica, reforzada con las texturas y el color que deberán hacer resonancia con el espectador: cada bípedo manifiesta una profunda conexión con la tierra mediante sus miembros inferiores”, explica.
Así, osamentas frágiles, lisas y alargadas simbolizan un proceso de finitud que conduce a la transformación. “Las extremidades se hacen a la tierra, manteniendo la conexión básica y primitiva hacia lo físico y tangible, pero -a su vez- se elevan en búsqueda de la conexión con el universo, con los misterios de la espiritualidad”, subraya Pereira.
Para el artista, cada pieza es un regreso a la infancia, momento en el que los monstruos forman parte de la cotidianidad y de la inagotable fantasía que “luego -en la adultez- se reprime, quedando sedimentada en lo más profundo del inconsciente”.
A juicio del curador de la muestra, Gerardo Zavarce, el artista forja una zoología antropomorfa que opera como un sistema simbólico para explicar una realidad particular del mundo interior de la humanidad.
“Así, lo misterioso y animal vuelve a convertirse en la clave para explicar realidades humanas y naturales, tradición que se remonta a los escenarios pretéritos de la humanidad, en la que no existía una clara distinción entre los animales y los colectivos humanos”, destaca el curador.
Para Zavarce, el transfondo de la obra es intenso: devolver al espectador la imagen deformada, zoomorfa, de su propio cuerpo. “Así, alargado como las patas descarnadas de los bípedos, todo es una metáfora de una aspiración de trascendencia anclada a la tierra por las fuerzas terrenales propias de los imaginarios de la muerte”, señala.
Pereira es arquitecto nacido en Caracas el año 1959, vinculándose al mundo artístico desde el año 1983. Has estado relacionado a talleres de prestigiosos artistas locales como Carlos Cruz Diez, Francisco Sobrino, Marcos Salazar Delfino y James Mathinson, entre otros.
Sus “Bípedos”, que conforman un sorprendente bestiario que indaga en un imaginario onírico al estilo de la tradición surrealista, se han exhibido en diversas ferias y exposiciones en Seúl, Nueva York, Europa y América Latina.