Una investigación encubierta puso en evidencia la caza y el tráfico ilegal de nutrias, al igual que el aumento en los intentos de reproducirlas en cautiverio, en Japón, Tailandia e Indonesia.
Existe un dramático y preocupante aumento en la adquisición de mascotas exóticas a lo largo del Sudeste Asiático, y esta nueva tendencia de tener nutrias como animales domésticos está siendo reforzada por reconocidos influencers en redes sociales y por los cafés interactivos en Japón, situación que impulsa la cruel demanda de nutrias como mascotas.
Una investigación encubierta realizada por World Animal Protection (Protección Animal Mundial) puso en evidencia la caza y el tráfico ilegal de nutrias, al igual que el aumento en los intentos de reproducirlas en cautiverio, en Japón, Tailandia e Indonesia, para así satisfacer la creciente demanda internacional por este animal.
De acuerdo con un comunicado difundido por la ONG, la investigación también descubrió que las crías de las nutrías son arrebatadas de sus padres y de su habitad natural. Sus padres, que son extremadamente protectores, son heridos fatalmente o electrocutados, o sus nidos son invadidos por un humo sofocante que los obliga a salir, para que así los cazadores puedan llevarse a las crías.
Tres de cada cuatro nutrias encontradas en el Sudeste Asiático, incluyendo la nutria enana asiática o de uñas pequeñas, son consideradas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) como una especie en riesgo de extinción en vida salvaje.
Detrás de todo esto, existe una red organizada de granjeros, cazadores, coleccionistas y traficantes, quienes son dstacados por la fundación como los responsables de extraer las crías de nutrias de su ambiente natural, y exportarlas a través de su amplia red de clientes en el mundo.
Además World Animal Protection afirma que existe evidencia de lavado de dinero a través de centros de reproducción en cautiverio, en por lo menos una locación. Otras fuentes confirman esfuerzos similares en otros lugares del mundo.
Incidentes reportados sugieren la participación de funcionarios de la fuerza pública y el gobierno para facilitar el comercio cruel de estos animales: un reporte desde Indonesia afirma que un trabajador del gobierno solicitó procedimientos en nutrias para remover las glándulas que les otorgan su olor natural, para así hacerlas más atractivas como mascotas.
En Japón, en donde más de una docena de cafés exhibe nutrias, se ha comprobado que el bienestar de los animales silvestres está siendo seriamente comprometido solo por entretener a sus clientes. Las nutrias constantemente emiten gemidos y sonidos de sufrimiento mientras las personas interactúan con ellas.
Algunas son mantenidas en condiciones de aislamiento sin luz natural, mientras otras han sido vistas comiéndose sus garras y exhibiendo comportamientos no naturales. Algunas de las peores condiciones incluyen pequeñas jaulas sin acceso a agua.
Fauna silvestre, no mascotas. Con cuerpos alargados y aerodinámicos, y patas palmeadas, las nutrias nacen para pasar la mayor parte de su vida en el agua. Se encuentran en vías fluviales y frecuentemente son vistas flotando sobre sus espaldas, jugando con piedras entre sus patas, y atrapándolas hábilmente entre sus cuellos y pecho. Las nutrias son animales altamente carismáticos y sociales, que viven en grandes grupos familiares de hasta 20 individuos. Una realidad muy lejana a la que viven como mascotas en cautiverio.
Cassandra Koenen, Directora Global de la Campaña Vida Silvestre no Mascotas (Wildlife not pets ) indica que “solo porque un animal silvestre parezca tierno, no significa que te lo puedas llevar a casa contigo. Desafortunadamente, este hecho parece ser olvidado por muchas personas que están siendo influenciadas por las redes sociales, y por los mismos influencers que muestran a las nutrias como mascotas divertidas.
Una vez que las nutrias son llevadas a una casa como mascota, no existe una forma realista de replicar el espacio y la libertad que estos animales tendrían en la naturaleza. "Generalmente son mantenidos en espacios considerablemente más pequeños que los de su habitad natural, y no reciben la nutrición adecuada, incluso si sus dueños tienen la intención de alimentarlos correctamente”, indica el comunicado.
Evidencia presentada por la organización también sugiere complicidad por parte de miembros de las fuerzas públicas y de las agencias del gobierno en el tráfico ilegal de estos animales. Con la clasificación de las nutrias como animales en riesgo de extinción en la vida salvaje, se exige atención urgente para enfrentar el tráfico ilegal y las organizaciones fraudulentas de reproducción en cautiverio que operan en el Sudeste Asiático.
World Animal Protection también pide insistentemente a la gente que no compre o reproduzca animales silvestres para el comercio de mascotas. Una vida en cautiverio es inmensamente diferente a una vida en un habitad natural. "Los animales silvestres no son mascotas, ellos pertenecen a la naturaleza", indica el comunicado de la organización.