Analistas estiman que podrían registrarse retrocesos en algunas monedas de la región por factores locales, aunque el mercado estará influido por los datos provenientes de EE.UU.
Buenos Aires. La dirección de las monedas de América Latina se percibe incierta para esta semana, con los mercados financieros atentos al escenario externo, especialmente al dato del mercado laboral en Estados Unidos previsto para el viernes.
Analistas señalaron que podrían registrarse retrocesos en algunas monedas de la región por factores locales.
En el caso del real brasileño, que cayó por nueve jornadas consecutivas, se esperan sesiones volátiles para los próximos días.
"Espero bastante volatilidad (para la próxima semana). Dependiendo del escenario externo, (el real) se puede depreciar más. Es imposible mencionar un nivel", dijo Marcelo Portilho, estratega de la empresa de servicios financieros CM Capital Markets.
El peso chileno, que acumula una caída de 3,3% en lo que va de 2010, seguirá de cerca la cotización del cobre.
"Claramente seguiremos pegados a los fundamentos externos, pero principalmente al movimiento del cobre en la Bolsa de Londres, ya que esta semana se derrumbó por dos días consecutivos pero hoy (viernes) mostró un repunte", dijo un operador bajo condición de anonimato.
"El próximo viernes será de mucha importancia porque sale el dato de empleo en Estados Unidos. Siempre, el primer viernes de cada mes, aparece este dato que por lo general mueve bastante a los mercados", agregó.
Chile es el mayor productor de cobre a nivel mundial.
El peso mexicano, en tanto, podría apreciarse tras la caída registrada en las últimas sesiones.
"El entorno internacional, según se vaya dando, va a ser fundamental. Yo creo que el tipo de cambio va a tender a ajustarse después de este movimiento negativo que ha tenido la última semana y media. Creo que van a empezar a ceder estas presiones a lo largo de la semana", dijo Daniela Blancas, estratega de divisas de Scotia Inverlat.
Con tendencia bajista. El peso argentino mantendría su tranquilo sesgo bajista, por compras de dólares de inversores privados con aval del Banco Central, que durante los últimos días también hizo adquisiciones controladas para evitar fluctuaciones abruptas del tipo de cambio.
"La tendencia tomadora (de dólares) continúa presente en el mercado de cambios", dijo Carlos Lizer, director de la firma financiera Puente.
Operadores esperan que el peso mayorista ronde la zona de los 3,825 por dólar y el informal en la franja de las 3,89 unidades.
En el caso del sol peruano, podría profundizar la caída registrada durante la semana pasada, cuando retrocedió 0,18%.
"Se espera que el sol opere estable con una probable tendencia a la baja (alza del dólar), ante los vencimientos de operaciones NDF (Non Deliverable Forward) de parte de inversionistas y fondos de pensiones", dijo Gonzalo Navarro, gerente de cambios del Banco Santander.
Los inversores y los fondos no estarían renovando parte de sus operaciones ante la coyuntura internacional y por efecto de un nuevo impuesto.