Las previsiones para el real brasileño y el peso mexicano al cierre del cuarto trimestre fueron considerablemente más débiles que hace unos meses, cuando aún prevalecía el optimismo acerca del devenir de la guerra comercial y las reformas en la región.
Buenos Aires. Las monedas latinoamericanas entrarán en la recta final de un año agitado a paso lento, cargadas de un conjunto de preocupaciones sobre la economía y la política doméstica que comienzan a empañar la perspectiva hacia el 2020, halló un sondeo de Reuters.
Las previsiones para el real brasileño y el peso mexicano al cierre del cuarto trimestre fueron considerablemente más débiles que hace unos meses, cuando aún prevalecía el optimismo acerca del devenir de la guerra comercial estadounidense-china y las reformas en la región.
El sondeo anticipó una depreciación del peso de México a 19,9 unidades por dólar a fin de 2019, a medida que la economía del país pierde impulso y ante la amenaza de que puedan resurgir las barreras comerciales durante la campaña electoral estadounidense el próximo año.
De todos modos, los estrategas cambiarios mantuvieron sus estimaciones para la moneda mexicana dentro de un rango de 17,5 a 21,0 unidades por dólar, donde ha estado moviéndose desde 2017, después de las turbulencias de los dos años anteriores.
"Prevemos que el tipo de cambio del peso alcance 19,75 para fin de año, y luego gradualmente se debilite hacia 20,50 para fines del tercer trimestre de 2020", dijeron los analistas de Barclays en un informe reciente, agregando que es difícil que la moneda revierta su tendencia al descenso.
El sondeo de Reuters de julio había proyectado que terminaría 2019 en 19,6 por dólar. Los analistas se tornaron ligeramente más pesimistas después de que el banco central mexicano indicó que podría acelerar los recortes de tasas para reactivar la economía, limitando el atractivo del "carry trade".
Cualquier señal de un mayor estímulo monetario podría convertir la cautela en aprensión sobre el peso y llevar a una liquidación que podría poner a prueba el límite superior de su banda en noviembre-diciembre, un patrón que se repitió los últimos tres años.
En tanto, el real operaría a 4,02 por dólar para fin de año, según la mediana del sondeo recopilado del 30 de septiembre al 2 de octubre. Eso sería 1,7% más fuerte que su valor del jueves pero 6,6% más débil que la previsión de julio.
El panorama a 12 meses también resultó más flojo. Los riesgos a la baja se derivan de "preocupaciones sobre el crecimiento global o cualquier dificultad en el avance de las reformas, no solo de las pensiones sino también otras iniciativas", dijo Mauricio Nakahodo de MUFG.
En momentos en que menos de un tercio de los brasileños aprueba la gestión del presidente Jair Bolsonaro, su impulso para las impopulares reformas de los sistemas de retiro e impuestos de Brasil enfrenta más obstáculos en el Congreso.