Tras los datos de empleo de EE.UU. se espera que los inversores vuelvan a los mercados con un renovado interés en activos de riesgo.

Caracas. Las monedas de América Latina tendrán una semana volátil mientras el mercado digiera el último reporte de empleo de Estados Unidos, que este viernes evidenció un fuerte crecimiento en el sector privado pese a que el dato no cumplió con las previsiones de analistas.

Tras el festivo por Semana Santa que mantuvo cerradas algunas plazas regionales, los inversores vuelven a los mercados con un renovado interés en activos de riesgo tras la publicación de varios indicadores que sugieren que la recuperación económica global va tomando cuerpo.

"Creo que el apetito al riesgo ha subido en paralelo al de los altos rendimientos. Eso sigue sosteniendo la mejoría de las monedas de América Latina, particularmente en las que tienen altas tasas, como es el caso de México, Brasil y Colombia", dijo Enrique Álvarez, analista de IDEA Global.

Sin embargo, analistas subrayan que el mercado mostrará una mayor resistencia a extender la apreciación que experimentaron las divisas latinoamericanas en los últimos meses, especialmente el peso mexicano y el real brasileño, aunque tampoco ven motivos para un retroceso.

"Sólo un dato que sea interpretado de forma muy optimista y positiva de recuperación de empleos en Estados Unidos podría dar mayor apreciación en las monedas", agregó Álvarez.

Impulsada por el sector privado, la mayor economía del mundo creó en marzo 162.000 puestos de trabajo, el mayor incremento en tres años, una señal de que la recuperación económica avanza y que necesita menos ayuda estatal.

Pese a que un sondeo de Reuters esperaba la creación de 190.000 nuevas plazas y que la tasa de desempleo se mantuvo estable, la sólida contratación privada dio al informe un tono más positivo de lo esperado.

El índice dólar, que mide el desempeño del billete verde frente a una cesta de seis monedas de referencia, subió este viernes 0,6%, a 81,306, mientras que la divisa estadounidense también repuntó a máximos de siete meses contra el yen.

"Los inversionistas están en búsqueda de mejores oportunidades. Así, mientras las tasas en Estados Unidos y otros países se mantengan bajas, los capitales fluirán hacia activos riesgosos", dijo Manuel García Ospina, director de Investigaciones Económicas y Active Allocation en Bogotá.

Caso de México y Brasil. El real brasileño cerró al alza el jueves en 1,767/1,769 por dólar, reflejando el optimismo sobre la recuperación de la crisis económica mundial.

Sin embargo, la moneda de la primera economía de la región arranca el segundo trimestre sin rumbo claro, afectada por los vaivenes en los ingresos del país y el volátil comportamiento del mercado cambiario global.

"La expectativa es de fortalecimiento cíclico del dólar allá afuera y eso obviamente tiene repercusión en las monedas emergentes", dijo Zeina Latif, economista jefe del banco ING, quien apuesta a que el dólar se mantendrá sobre 1,8 reales en abril y que camina rumbo a 1,9 reales en el resto del año.

Por su parte, el peso mexicano podría iniciar la semana a la baja por toma de ganancias, pero analistas esperan que la moneda se recupere y siga ganando terreno frente al dólar, luego de que Citigroup anunciara que 19 bonos gubernamentales mexicanos son "elegibles" para cotizar en el índice WGBI.

"Tan pronto como acabe eso (la toma de utilidades) y ya con volumen, creo que la tendencia hacia abajo del tipo de cambio se va a confirmar y todo está puesto para un 'rally' (escalada) mayor", dijo Luis Flores, economista del grupo financiero Ixe.

El peso mexicano cerró el miércoles en 12,387 unidades por dólar, según el precio de referencia de Reuters.

En Chile, la moneda podría continuar subiendo en la semana tras cerrar el jueves en 521,8/522,1 pesos por dólar, su mayor nivel en dos semanas, impulsado por los precios del cobre y el comienzo de las labores de reconstrucción tras el sismo que sacudió en febrero al mayor productor mundial de cobre.

"Durante los próximos días deberíamos comenzar a ver una apreciación más acentuada del peso debido a que al gobierno se le acortan los plazos para dar a conocer los montos que involucrará la reconstrucción del país", dijo un operador.

El peso argentino continuará operando con estabilidad, dada la firme política impuesta desde el Banco Central para impedir movimientos bruscos en la cotización.

"No vemos variantes de importancia en el valor del dólar, ya que el mercado no tiene operaciones de mucho peso y la regulación del (Banco) Central aleja especulaciones", dijo un cambista que pidió no ser identificado.

El peso en el mercado interbancario argentino, donde el Banco Central interviene con compra y venta de divisas, cerró marzo con una baja de 0,45%, a 3,8775 pesos por dólar, mientras que en el mercado informal subió 1,05%, a 3,8825 unidades.