Las empresas buscan brindar diferentes beneficios para retenerlos.

ElObservador.com.uy. A través de los años se puede visualizar con mayor claridad cómo la Generación Y –también conocida como la de los millennials– ha revolucionado el mercado laboral. Mientras la generación anterior podía permanecer en un empleo aun si no le gustaba, los nacidos entre 1980 y 1999 –según el criterio que toman algunos sociólogos– han sido sometidos a estudio por gran cantidad de expertos para entender por qué, en general, ya no sienten lealtad por la empresa en la que trabajan. 

Las estadísticas muestran que, en promedio, un joven de entre 18 y 25 años cambia de trabajo cada dos años y una chica de esa misma edad lo hace cada tres, según un estudio realizado por la consultora Adecco para Latinoamérica.

"Mientras que las anteriores generaciones valoraban como un logro estar toda su vida laboral en la misma compañía, los más jóvenes creen que esto es negativo", se detalló en el informe.
Ante esta realidad, las empresas, sobre todo las más grandes, han mostrado preocupación sobre el tema y brindan diferentes beneficios para que sus empleados más jóvenes no migren a otra compañía. Esto es una tendencia que está creciendo en toda Latinoamérica. 

En este sentido, la directora de selección de Adecco Uruguay, Gimena Valladares, dijo que las empresas buscan prevenir la movilidad de la Generación Y desarrollando políticas motivacionales atractivas, compensaciones salariales óptimas, buscando lugares de esparcimiento y recreación, además de un clima laboral positivo. 

La dificultad para retener a los más jóvenes es una "preocupación contemporánea" que está en el día a día de cada corporación, porque "cada vez que uno selecciona a una persona (para un puesto de trabajo) es una inversión en tiempo, capacitación" e implica "abrir las puertas de la confidencialidad y particularidades del negocio", indicó Valladares. 

Para el director de Advice, Federico Muttoni, también es importante el reconocimiento, que se sientan libres y que exista un adecuado balance entre trabajo y calidad de vida. Además, que los espacios laborales sean agradables y desestructurados son otras de las claves a tener en cuenta por las corporaciones.

Las empresas han ido adaptándose a esta nueva realidad pero todavía les resulta "extraño y difícil" entender estas nuevas lógicas y la estabilidad "sigue siendo un atributo especialmente buscado", sostuvo el director de O+H, Neker de la Llana. "Una dinámica con signos laborales más cortos no necesariamente implica que se aporte menos valor", explicó el experto, y agregó que en muchos casos, en uno o dos años se pueden generar relaciones "muy fructíferas". 

No quiero ser como mis padres

Las generaciones anteriores valoraban como un logro hacer carrera en una sola empresa, buscaban seguridad, y no se exponían tanto al riesgo de cambiar. Pero la historia es diferente con los jóvenes de hoy. "Ellos han visto a esas empresas 'soltar la mano de sus padres' cuando no los necesitaron más o cuando estuvieron en crisis", expresó Muttoni. 

Estos jóvenes que nacieron con la tecnología incorporada buscan resultados inmediatos o a corto plazo, y "se nutren de múltiples experiencias en múltiples contextos, para seguir aprendiendo", dijo el experto. También, buscan mayor flexibilidad, y quieren alinear sus trabajos a sus propósitos personales. En general, los jóvenes de la Generación Y viven el presente y no tienen proyección para el mediano y largo plazo. Antes se pagaba el derecho de piso cuando se era nuevo en un empleo y se tenía que empezar de abajo, ahora los jóvenes vienen formados y cuando ingresan a las compañías quieren tener la posibilidad ve ver su desarrollo en un corto plazo. 

"Son personas que buscan más la satisfacción en forma inmediata", concluyó Valladares. 

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