En el mundo de los egresados son (cada vez menos) minoritarias, y lo saben, así que en vez de trepar las redes, las tejen.
Cuando se trata de enumerar a las mujeres que se inscriben en programas ejecutivos y MBA, la cifra casi nunca supera a la de hombres.
Es el caso de las escuelas de negocios como INCAE, en Costa Rica, IDE Bussines School, en Ecuador y Universidad de Belgrano, en Argentina, donde el porcentaje de mujeres es de 27%, 35% y 26%, respectivamente, siendo de las pocas que publican este dato.
Sin embargo, esta tendencia podría aplacarse dado que año a año son más las mujeres que ingresan a las escuelas de negocios. Al menos eso es lo que ha pasado con INCAE, donde la presencia femenina ha aumentado en 40% los últimos años, según Sandra Granizo, quien no sólo es mujer, sino que también la directora de de la unidad de relaciones con los alumni de esa casa de estudio.
Frente a ese aumento de contingente femenino “hemos desarrollado políticas específicas de fomento de la llegada de mujeres y para su integración posterior a las redes de ex alumnos, y éstas han resultado”, dice.
En esto coincide Tania Narváez, egresada nicaraguense de INCAE, quien corrobora la el aumento de la presencia femenina, pues “en 2009, cuando egresé, muchas mujeres entraron, superando las estadísticas normales de la escuela, que mostraban que las mujeres éramos entre 10% y 12%”.
Algo que tiene correlato en las redes de alumni, según Any Cabrera, una panameña también egresada de la misma casa de estudio, quien cuenta que “en una conferencia para egresados en Panamá habían 60 personas y las mujeres éramos la mitad”.
Y no sólo las mujeres crecen en número, sino que cada vez más lo hacen en liderazgo en esto del networking, pues saben no sólo entienden el valor de las redes, sino que también saben tejerlas.
Integrarse a un mundo masculino
Pese a las cifras generales que dejan en minoría a las mujeres, esto puede ser una ventaja, pues tienen virtudes propias que pueden llegar a ser escasas. Como más organizadoras, comunicativas y líderes se describen algunas egresadas, quienes por lo general, sí han notado mayor presencia masculina, han sabido abrirse paso.
Y esto no sólo les ha servido en el mundo de los negocios, sino que también para colonizar las mismísimas fauces de las redes de alumni, antaño caracterizadas por ser cofradías muy masculinizadas, con códigos que podrían llegar a espantar a cualquiera.
“Las mujeres casi siempre son las organizadoras, voceras y quienes tienen la batuta de animar a los compañeros a venir a las reuniones de alumni”, explica Dulce González, directora del Centro de Relación con ex Alumnos de la UDEM (Universidad de Monterrey), México.
En la misma línea está Cabrera de INCAE, quien destaca las diferencias entre hombres y mujeres. “En las juntas de egresados somos más comunicativas que los hombres. Por ejemplo, ahora que tenemos el congreso en noviembre, los líderes de grupo han sido mujeres. Los hombres dejan que la mujeres decidan en aspectos más de márketing y ellos se quedan en los números y proyecciones”, dice.
A la conquista de internet
Narváez, en tanto, explica que cuando se reúnen los cerca de 12 ex miembros del MBA que residen en Nicaragua, lo hacen por medio de las redes sociales (Twitter, Facebook y Linkedin) y en caso de alguna descoordinación se telefonean, siendo muchas veces las mujeres del grupo las que se ponen de acuerdo primero.
Y es que también las mujeres son más entusiastas a la hora de emplear las redes sociales para hacer networking. Al menos eso se deduce al observar la composición de los 70 grupos de Facebook y los 41 de Linkedin de los ex alumnos de IPADE, México, los que están compuestos de una manera equilibrada en la cantidad de hombres y mujeres. Una hazaña, para esta minoría en las aulas.
En la UDEM, pasa algo similar en Linkedin, donde participan 58% de hombres y 42% de mujeres.
Ya se ve, sea en vivo o virtualmente, cada vez más las banderas las ondean manos pequeñas.