Mientras los pacientes que padecen sueño excesivo presentan una pérdida de neuronas productoras de hipocretina, en los heroinómanos estas células abundan.
En 2000, los investigadores de Jerome Siegel y Thomas Thannickal, investigadores de la Universidad de California, Estados Unidos descubrieron que la narcolepsia humana es causada por una pérdida de aproximadamente el 90% de las 80.000 células cerebrales que contienen hipocretina, un mensajero químico o neurotransmisor, importante en la regulación del sueño.
Los pacientes afectados por este trastorno del sueño, que por lo general se inicia en la infancia, padecen somnolencia excesiva, parálisis del sueño (sensación de estar consciente pero no poder moverse), alucinaciones y episodios de cataplejía, una pérdida parcial o total del control muscular que a menudo se desencadena por una emoción fuerte como la risa.
Los investigadores norteamericanos ahora tienen una pista para un potencial tratamiento que beneficiaría a estos pacientes. Lo descubrieron estudiando el cerebro de otros pacientes: los heroinómanos. Al analizar el cerebro de personas adictas a la heroína descubrieron que, en promedio, tenían un 54% más de neuronas productoras de hipocretina que las personas sin adicción.
El hallazgo los llevó a plantear que la morfina, el ingrediente activo de la heroína, podría restaurar las neuronas que producen hipocretina faltantes en las personas con narcolepsia. “Para probar esta idea, los investigadores utilizaron ratones que se hicieron narcolépticos por la pérdida de células de hipocretina y les dieron morfina. Los investigadores encontraron que la morfina aumentó el número de células productoras de hipocretina y desaparecieron los síntomas narcolépticos de los ratones”, anunciaron en un comunicado.
Los investigadores creen que en el futuro se deberían hacer ensayos en humanos para determinar si se podrían usar opiáceos o, mejor aún, nuevos compuestos similares a los opiáceos, para reestablecer los niveles de hipocretina y tratar a los pacientes narcolépticos. Y viceversa: “se debería evaluar si se podría usar la disminución de los niveles de hipocretina para combatir la adicción a los opiáceos en humanos”.