El proyecto, que podría reducir la dependencia del 90% de la agricultura brasileña de la potasa importada, lleva años paralizado debido a la oposición de los indígenas Mura, que afirman no haber sido consultados sobre el uso de sus tierras ancestrales.
El estado brasileño de Amazonas concedió una licencia a la empresa canadiense Brazil Potash Corp para construir la mayor mina de fertilizantes de América Latina en la selva amazónica, pero los fiscales federales dijeron el martes que no era legalmente aceptable.
El gobernador Wilson Lima anunció el lunes que la licencia de instalación fue emitida por la agencia de protección ambiental de su estado, IPAAM, y que la empresa planea invertir 13.000 millones de reales (US$ 2.600 millones) para construir la mina en Autazes, a 75 millas (120 km) al sureste de Manaos, la capital del estado.
El proyecto, que podría reducir la dependencia del 90% de la agricultura brasileña de la potasa importada, lleva años paralizado debido a la oposición de los indígenas Mura, que afirman no haber sido consultados sobre el uso de sus tierras ancestrales.
Las autoridades federales afirman que la licencia debe proceder de la agencia brasileña de protección del medio ambiente, IBAMA, y no de la agencia local del estado, cuyo gobierno respalda el proyecto que, según afirma, traerá inversiones y creará miles de puestos de trabajo.
La fiscalía federal de Manaos dijo en un comunicado que considera que la licencia concedida por el IPAAM "es irregular y adoptará las medidas oportunas".
"La licencia viola derechos constitucionales, normas internacionales y también los derechos de los pueblos indígenas", afirmó.
En septiembre, una jueza federal de Manaos reiteró su decisión de 2016 de suspender el proyecto hasta que se consulte debidamente a los mura. También dictaminó que la licencia debía proceder de la agencia federal de medio ambiente y no de la agencia estatal.
Más tarde, un tribunal federal de apelaciones anuló una orden judicial que suspendía la licencia estatal de Potash Corp, argumentando que el IPAAM podía emitir el permiso porque no existe ningún territorio indígena oficialmente reconocido en la zona prevista para la mina.
Los dirigentes mura afirman que la mina se superpone a sus tierras ancestrales y pretenden que se reconozcan como tierras de reserva protegidas. Pero el proceso de demarcación está pendiente de la agencia de asuntos indígenas Funai, y han surgido divisiones dentro de la comunidad Mura.
Potash Corp sostiene que los dirigentes mura apoyan la mina.
Pero cinco comunidades Mura y la Asociación Indígena de Amazonas enviaron a los fiscales cartas vistas por Reuters rechazando el anuncio del gobernador.
Brasil Potash es propiedad de CD Capital, con una participación del 34%, Sentient, con el 23% de las acciones, y Forbes & Manhattan Group de Stan Bharti, un banco mercantil con sede en Toronto que inició el proyecto, que ahora posee el 14%, junto con otros accionistas.